Saquemos las conclusiones

Después de más de un mes de intensa lucha, los trabajadores del ingenio El Tabacal decidieron levantar la huelga. Fue a partir de que el obispo se llegara hasta la planta para "mediar" entre los trabajadores y la patronal.

La patronal acordó llevar el premio adeudado a 420 pesos (de los 350 pesos que había acordado el sindicato), pagar la mitad de los días caídos, reincorporar a los despedidos y suspender la exclusión de la tutela sindical de los delegados rebeldes hasta septiembre.

El propósito de la patronal y del gobierno era descabezar a la dirección de la huelga objetivo que ha tenido que postergar ante la firmeza de los huelguistas y el apoyo de otros sectores de trabajadores como los docentes y los municipales autoconvocados y de la población en general.

La empresa trató de preservar a la burocracia del sindicato aún en la negociación final; allí su gerente general "pidió moderación a los delegados para que el gremio no aparezca como derrotado" (Nuevo Diario, 25/04).El temor de la Seabord es que en base a los delegados rebeldes se termine expulsando a la burocracia de Castaño del sindicato.

Esta huelga de treinta días , con ocupación de fabrica y cortes de ruta, desafiando a la burocracia del sindicato, es la primera gran huelga desde que la Seabord Corporation se quedó con el ingenio por la quiebra de los Patrón Costas en el 96. La simpatía del pueblo tiene que ver con la enorme lista de reivindicaciones pendientes contra el ingenio que va desde las comunidades campesinas y aborígenes a las que se les usurpo sus tierras, hasta los vecinos que soportan problemas de contaminación ambiental y hasta barrios que se inundan por el desmanejo del ingenio en el tema desagües y canales.-

Nueva etapa

Con la huelga de El Tabacal se profundiza una tendencia que ya a fines de 2004 comenzó con la autoconvocatoria de los docentes de Orán. Luego siguieron los municipales autoconvocados, los trabajadores de los planes que reclaman el pase a planta, las grandes movilizaciones de vecinos sin techo. Se trata de una avanzada de los trabajadores de Salta para sacarse de encima la burocracia de los sindicatos que fue un pilar del régimen romerista. En todos los casos las luchas se sostienen en base a la asamblea de base con dirigentes que rinden cuentas ante ellas.

La huelga de El Tabacal plantea entonces varios desafíos para la próxima etapa.

En primer lugar es posible poner en pie una Central Obrera Independiente en el departamento que funcione con los métodos de la autoconvocatoria y permita dar un salto uniendo todas las luchas.

También ha quedado planteada la necesidad de un pliego único de reivindicaciones contra la Seabord Corporation que vaya desde el salario de los trabajadores hasta la eliminación del trabajo en negro e infantil hasta los reclamos de comunidades campesinas y aborígenes.

Es con estas iniciativas además que podremos defender del mejor modo a este cuerpo de delegados del ingenio que la empresa pretende descabezar.

Pablo López