Pablo
Seguir
No cederemos nada a la nada
Ni muchísimo menos al destino
No pretenda el tiempo corrompido
Oscurecer tu luz ni tu palabra.
Que nadie ose atar todas tus armas
Ni cambiar de rumbo tu camino
Que no haya lugar a otro sentido
Que el de tu sol abierto con el alma.
Así podremos esperar con calma
Que se realice el sueño compartido
Que la lucha de todo tu partido
Levante vuelo a la altura de tus alas.