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22/12/2005|929

PARMALAT | El desenlace: Huelga y ocupación

El conflicto de Parmalat ha ingresado en una etapa crucial. El desenlace que veníamos advirtiendo en las páginas de Prensa Obrera se ha producido. Taselli ha dejado de pagar los sueldos a los trabajadores de Pilar, lo cual dio lugar a la ocupación de la planta, en medio de una gran división de la burocracia. El manejo del conflicto está en manos de la conducción nacional de Atilra cuyo secretario general en persona, Ponce, se ha instalado con una carpa en Pilar y sostiene la ocupación. En cambio, la seccional Capital, enfrentada al Consejo Nacional, ha desautorizado la ocupación y viene haciendo campaña, en particular entre los sectores más desorganizados (repositores y fuera de convenio), para que se levanten las medidas de fuerza. Si alguien tenía duda, se confirma el papel de la burocracia de Capital como agente de Taselli.

Ponce dice que no hay ningún margen posible de negociación con Taselli. Que esta vía está agotada. ¿Pero qué propone? El desembarco de otro grupo empresario, dispuesto a comprar Parmalat. Pero resulta que los únicos interesados hasta ahora pretenden quedarse con la marca, prescindiendo de los trabajadores. Nos estamos refiriendo a la chilena Bethia, que estaría en tratativas avanzadas con la casa matriz de Parmalat Italia para alquilar la marca pero la fabricación de los productos se haría en las plantas de Milkaut, donde el grupo chileno es uno de los socios principales. En otras palabras, la marca Parmalat sobrevive, pero los obreros son condenados a muerte, como dicen los activistas de la planta de Pilar, nucleados en la agrupación Naranja. El remedio terminaría resultando peor que la enfermedad.

Los compañeros de la Naranja están haciendo un enorme esfuerzo para superar los límites de la actual ocupación, que está conduciendo al conflicto, a medida que pasan los días, a un progresivo desgaste. Las propuestas que vienen impulsando los compañeros están sintetizadas en su última declaración, cuyas partes saliente transcribimos para los lectores de Prensa Obrera:

“Tenemos que pegar un viraje y colocarnos a la altura de las circunstancias.

Todavía estamos a tiempo.

¿Qué proponemos?

Necesitamos que el conflicto trascienda y sea conocido entre los trabajadores y la opinión publica en general.

Formemos brigadas de compañeros de Parmalat que recorran todas las fábricas del parque industrial. Convoquemos a todos los trabajadores a un acto en defensa de la ocupación.

Constituyamos un fondo de huelga. El primer y principal aporte debe provenir de Atilra. ¿Para que está el dinero de que dispone el sindicato y que se nos descuenta mensualmente de nuestros sueldos si no es para utilizarlo en circunstancias como estas?

Organicemos una gran manifestación a Plaza de Mayo para exigir una solución de fondo. Que la crisis la paguen ellos, los que la provocaron, y no los trabajadores. Si no hay una propuesta por el lado empresario que tome en cuenta y respete nuestros puestos y condiciones de trabajo, pues entonces que se expropie Parmalat y sea entregada a los trabajadores. ¿Puede funcionar Parmalat? Claro que sí. Si hay dinero para subencionar a los Taselli y sus empresas, quiere decir que el Estado está perfectamente en condiciones de auxiliar a Parmalat y evitar que una fuente de producción tan importante desaparezca.

Llamamos a que se vote en asamblea, invitando a todo el personal (administrativo, repositores) a un comité de huelga para llevar todas estas tareas adelante.

¡Viva la huelga de los compañeros de Parmalat!

Pablo Heller