Partido

19/7/2007|1001

Prensa Obrera, internacionalista


Tengo un reconocimiento profundo y entusiasta por Prensa Obrera y su número 1.000. Por eso lo saludo, más aún después de haberlo leído. Lo hago como militante que lo sostuvo y lo sostiene, como lector permanente, como colaborador ocasional.


Sin duda que Prensa Obrera en sus 25 años —y Política Obrera en los 20 años anteriores- cumplió y cumple un rol estratégico que se puede indicar de la siguiente manera: expresar cada semana el punto de vista socialista y revolucionario en las luchas cotidianas de los explotados y en el análisis del desenvolvimiento del capitalismo argentino. Creo que PO lo ha conseguido duramente en un combate contra el peronismo, la izquierda democratizante, el stalinismo, el foquismo. Ha logrado una conquista que no es para nada habitual: la continuidad y la homogeneidad en una renovación permanente del combate por el programa y el partido revolucionarios.


Ahora soy un seguidor de Prensa Obrera desde el exterior, desde Francia. El periódico cumple también un papel fundamental a nivel internacional. En primer lugar, porque promueve y mantiene un seguimiento de la situación internacional. Es un esfuerzo realmente internacionalista. Luego, porque trata también de renovar políticamente el programa revolucionario en la confrontación con la lucha de clases mundial. Para indicar simplemente una referencia, la caracterización, crítica y diferenciación con el chavismo, constituye en la actualidad uno de los aportes de Prensa Obrera.


Las condiciones de esta lucha de clases nos obliga a un esfuerzo renovado. La continuidad, la homogeneidad, la intervención, la elaboración, que existen para la Argentina, no se reproducen ni se generalizan a nivel internacional. Como es obvio, además, aparecen desarrollos y contradicciones que requieren una elaboración que sólo puede ser el resultado, a la vez, de la diferenciación, el debate y el enfrentamiento político.


Prensa Obrera debe atraer nuevas fuerzas para esta lucha. Sin duda, en los próximos 1.000 números va a ampliar el espectro de cuestiones centrales de la lucha de clases mundial, renovar y extender sus corresponsales, enriquecer los aportes de las organizaciones y los militantes de la Coordinación por la Refundación de la IV Internacional, debatir y trabajar con militantes y tendencias que luchan por el socialismo y contra la opresión.


La próxima semana vamos a leer en París el primer número del segundo milenario de Prensa Obrera y a renovar nuestro combate común.