OTRO PACTO DE KIRCHNER Y MACRI

En forma conspirativa —a las 4 de la mañana— la Legislatura porteña sancionó una ley para restituir el Bauen a sus vaciadores capitalistas. La ley establece un plazo de 90 días para que se negocie “un convenio entre la empresa y la cooperativa” (Página/12, 7/12). Los legisladores otorgan “a los ex dueños un “plan de facilidades” para que paguen lo que deben de ABL y condona las deudas desde 2003” (ídem). También “establece un subsidio para pagar los sueldos de los empleados por un año”. Sólo asegura la estabilidad laboral por tres años a un núcleo de 20 trabajadores que pertenecían a la vieja patronal. “Los otros 120 no tienen garantías de continuar” (íd.).

Cuando la ley fue anunciada en la sesión trasnochada, los trabajadores —indignados— hicieron oír su voz.

Allí, el kirchnerista Helio Rebot, “entre gritos, intentó aclarar que el proyecto de Morando había sido consensuado con el presidente de su bloque, Diego Kravetz” (Noticias Urbanas, 7/12). A renglón siguiente, las autoridades de la “casa” ordenaron la represión. El desalojo “fue pedido por Miguel Talento, vicepresidente (kirchnerista) del recinto, quien a pocos minutos de comenzado el tratamiento de los proyectos presentados en torno al Bauen exigió la expulsión de los doce trabajadores de la cámara” (agencia Anred). Con golpes, patadas y gases paralizantes, fueron echados del edificio.

La sesión retomó su funcionamiento “normal” y sancionó la ley contra los trabajadores del Bauen, con veintinueve votos cosechados entre el macrismo y la mayoría del bloque kirchnerista. En un acto mayor de perfidia política, Kravetz no votó el proyecto cuyo camino parlamentario él mismo contribuyó a pavimentar.

El infame contubernio legislativo ha dejado planteada una gran lucha contra la ley Morando-Kravetz, y por la expropiación definitiva del Bauen para sus trabajadores.

M.R.