Es triste perder un amigo, pero es doblemente triste cuando ese amigo pertenece a las filas de nuestra organización.

 

Arturo Diego. La primera vez que compartimos una actividad fue una olla popular que el PO había instalado frente a la Municipalidad de El Bolsón. Luego compartimos otras, como la movilización a la que fuimos en Esquel por el "No a la Mina", tarea que habías asumido como ninguno dentro de nuestras filas, contra la contaminación y por la unidad obrero-campesina. Hiciste denodados esfuerzos para hacerles ver a los compañeros mapuches que era la única salida contra la entrega de tierras y contaminación. Por eso participaste de varias asambleas populares recorriendo cientos de kilómetros en esta cruda Patagonia para llevar las posiciones del Partido Obrero. Es así como defendiste durante días, junto a otros compañeros, en pleno invierno y bajo una torrencial lluvia, una escuela rural a la que querían cerrar para convertir en cancha de golf.

 

¡La alegría que tenías cuando pudimos armar el comedor junto a los compañeros del Polo con un inmenso cartel a la entrada de El Bolsón! Cualquiera que llegara a esta localidad se enteraba de nuestra presencia.

 

Todo esto y otras tareas hicieron que fueras el principal responsable de que tuviéramos un convencional constituyente que dio una dura batalla contra los representantes patronales, cuando ya el puto cáncer había afectado tu cuerpo.

 

Ya los últimos días, en tu silla de ruedas, le dabas tanta importancia a la lectura de la Prensa Obrera y a la última En Defensa del Marxismo que no aceptaste la que intenté regalarte porque "los materiales del partido hay que pagarlos"…

 

Hasta te peleabas con los médicos y enfermeros por no luchar por mejores condiciones de trabajo y en defensa de la salud pública.

 

Compañero, hasta el socialismo. Amigo, venceremos. No hay dudas que venceremos.

 

Fuerza Ceci estamos con vos, aunque no lo aceptes, gracias por todo lo que hiciste por Arturo.