Partido

8/11/2007|1016

Sarkozy ‘aprieta’ a la burocracia sindical

A fines de septiembre, una investigación sobre lavado de dinero destapó que Gautier Savignac, presidente de la cámara patronal metalúrgica y vicepresidente del Medef, la central empresaria francesa, manejaba un fondo “negro” de unos 160 millones de euros (225 millones de dólares). Su objetivo, reconocido por el propio Savignac, era la financiación de los sindicatos. En castellano simple, un fondo para la corrupción de la burocracia sindical o, para decirlo en las palabras del diario de negocios francés Les Echos, para “fluidificar las relaciones sociales”.


No es la única “caja” bajo investigación. Según Le Monde (26/10), está bajo investigación una “caja de actividades sociales” de EDF (la empresa estatal de electricidad), “sospechada de financiar desde su creación, en 1946, al partido comunista y a la CGT (la central sindical ligada al PC)”.


Aunque las direcciones sindicales negaron terminantemente haber recibido fondos de las patronales, “Le Parisien citaba a un alto cargo sindical que, desde el anonimato, reconocía que más de una organización había recibido ‘ayudas’…” (El País, 17/10).


Según algunas fuentes, el fondo de las patronales metalúrgicas estaría en funcionamiento desde 1968; según otras, desde 1952. Tenemos aquí el retrato de la corrupción histórica de una burocracia sindical completamente integrada al Estado y sirviente del capital.


Laurence Parisot, presidente del Medef, habló de la “revelación de un secreto de familia” (Le Monde, 26/10). Evon Gattaz, presidente del Medef entre 1981 y 1986, dijo que la financiación de los sindicatos por cajas patronales era “un hecho de notoriedad pública” (ídem). Es decir que en los ambientes patronales, sindicales, políticos, judiciales y policiales, era perfectamente sabido, tolerado y aprobado que las patronales financiaran, por izquierda y con dinero negro, a la burocracia sindical.


No hacía falta investigar nada; todos lo sabían. Sarkozy armó un “caso” para apretar a la burocracia sindical. Sarkozy va por la liquidación de los regímenes jubilatorios, la reforma de las leyes laborales para facilitar los despidos, la privatización de la salud. Necesita la colaboración de la burocracia sindical para hacer pasar estos ataques. Por eso se destapó una olla podrida y enterrada por más de cincuenta años.