En una entrevista en Radio Universidad, Carolina Scotto, la primera rectora en casi 400 años de la Universidad Nacional de Córdoba, lanzó una cacería de brujas contra el movimiento estudiantil que lucha por la democratización. Reclamó que se investiguen los hechos y la participación de “gente de la Universidad, que los medios se encargaron de identificar con fotos e imágenes que se difundieron”.

Carolina, como la llaman los progres y no tanto, en los días previos a la asamblea pedía en todos los medios de comunicación la intervención en las puertas de ciudad universitaria de las policías Federal y Provincial, e incluso ¡la Gendarmeria! Y, por si fuera poco, no ahorró amenazas hacia las corrientes de izquierda con frases como “Tenemos que demostrarles en número, ya que no entienden razones” (La Voz del Interior, 15/12); esos famosos números son las patotas de la Franja Morada, el juecismo y hasta barras bravas de fútbol.

¿Qué dirán ahora los muchachos de La Bisagra que la votaron repudiando la “vieja política”?

El progresismo comienza gobernando como la derecha y con la derecha.

Justo Salim, consejero por la UJS