Partido

15/5/2008|1037

SE REARMA EL FRENTE PATRONAL

Agrarios, industriales y banqueros

El gobierno del 45 por ciento de los votos se quedó sin resto.    

El relanzamiento del partido justicialista resultó un soberano aborto: el malo de la película ni tomó el micrófono y, al final, las patotas que violan todos los días la democracia sindical volvieron a las trompadas.

El pejotismo reflejó el aislamiento del gobierno frente al conjunto de la patronal y los reclamos del capital agrario.

Este aislamiento expresa el agotamiento del ‘modelo productivo’ de flexibilidad laboral y devaluación del salario.

Hasta los amigos del matrimonio que revistan en la Unión Industrial y en la Asociación de Bancos les dijeron que se bajen a pactar una reducción de las retenciones a las exportaciones agrícolas.

Lavagna les aconsejó que se conformaran con una retención tope.
Schiaretti, Reuteman, Solá, Busti y hasta Scioli se pasaron de lado.
Los especuladores le movieron el dólar y le sacaron 1500 millones de reservas en un par de días.

¿Cómo negarse a bajar las retenciones si las naftas van subiendo todos los días animadas por un guiño del gobierno?

Si el Banco Central vende dólares a futuro en Nueva York, ¿cómo resistir la demanda de los chacareros, de los terratenientes y de los pulpos de siembra para que se eliminen las retenciones móviles y se pueda volver a negociar en el llamado mercado de futuros?

"Mercado de futuros": se ha convertido en el sorprendente nuevo invento argentino y en la gran consigna ‘nacional y popular’ de la rebelión agraria.

Es precisamente la especulación de los fondos financieros en esos mercados lo que llevó por las nubes los precios de los alimentos y creó una crisis mundial que afecta a los pueblos más pobres.

"Los Fondos de índices de materias primas controlan un récord de 125 millones de toneladas de maíz, trigo y soja mediante futuros que cotizan en el mercado de Chicago, equivalente a la mitad de la cantidad almacenada en los silos de Estados Unidos" (Ambito Financiero, 30/4).
"Estas compras hicieron que los precios de las cosechas y la volatilidad se dispararan a precios récords".

"La demanda de futuros sobrepasa a los precios en efectivo".

Vía libre al "mercado de futuros" fue, sin embargo, la promesa de Alberto Fernández hace diez días a los ruralistas y agraristas. También es la consigna con la que la Presidenta vuelve a llamar al ‘diálogo’ y a recrear la ‘concertación plural’.

¡Naturalmente, la factura la pagará el pueblo!

¡La pagarán los campesinos que serán expulsados de la tierra por el avance del capital sojero!

La pagarán también todos esos pichones de capitalistas que se aliaron con la Sociedad Rural y los pulpos agro-financieros con el reclamo del ‘mercado de futuros’, cuando los precios empiecen a retroceder y no tengan cómo hacer frente a la competencia de sus aliados.

En ese momento reclamarán que los defienda una Junta de Granos con el dinero de los trabajadores.

Se ha abierto una crisis política de orden general que los luchadores debemos aprovechar para organizarnos en una fuerza independiente masiva y para ganar para nuestra lucha a los explotados de la ciudad y del campo.

La consigna de la hora es: ajuste de salarios por inflación, que ninguna paritaria pacte por menos del 30%, que se reabran las paritarias que entregaron los convenios, que se convoquen  asambleas y congresos de bases en todo el movimiento obrero.


Ajuste de salarios y jubilaciones por inflación, que ninguna paritaria pacte por
menos del 30 %. Salario mínimo equivalente a la canasta familiar. Jubilación del 82% móvil.

Reapertura de las paritarias con delegados electos por la base.

Que se convoquen a asambleas y congresos de bases en todo el movimiento obrero.

Nacionalización de los bancos y de las AFJP, bajo control de los trabajadores.

Nacionalización de los pulpos agrarios, de los puertos privatizados y del comercio exterior, defensa de los campesinos contra las expulsiones de las sojeras. 

Derogación de la ley del peón rural, vigente desde la dictadura.