Con la presencia de 25 delegados provenientes de distintos lugares del país y una delegación del PO de Argentina, el Congreso del PT de Uruguay aprobó una resolución política que establece que el objetivo político del PT en la presente etapa es ayudar a la vanguardia obrera y juvenil a superar políticamente al Frente Amplio. Para ello, estableció un programa de reivindicaciones transitorias y un programa destinado a promover una salida obrera a la miseria popular.

El Congreso comenzó verificando el acierto de la caracterización del gobierno del Frente Amplio como un gobierno proimperialista y antiobrero. El virtual congelamiento de los salarios, el acuerdo con el FMI y el consiguiente “plan de austeridad”, la defensa de las privatizaciones, la impunidad de los genocidas de la dictadura, el envío de tropas a Haití fueron señalados, en distintas intervenciones, como la manifestación de ese carácter proimperialista. En particular, distintos delegados denunciaron el completo fracaso del “plan social” del gobierno, que a cuatro meses de su comienzo, apenas aseguró el pago de un subsidio miserable (alrededor de 150 pesos) a 15.000 desocupados (sobre 350.000 inscriptos). La caracterización del gobierno del FA como proimperialista y antiobrero establece una divisioria de aguas entre el PT y el conjunto de los críticos “izquierdistas” del gobierno que se encuentran dentro del FA.

La implosión del PT de Brasil fue objeto de un debate detallado. El derrumbe del gobierno petista se ha convertido, en Uruguay, en un tópico de debate nacional. Un ala de la derecha pintó Montevideo con un “Ché Tabaré, ya no hablás más de Lula” y la revista frenteamplista Brecha puso en la tapa de su última edición un contundente “Brasil duele”. Los propios funcionarios frenteamplistas comenzaron a tomar distancia del “caso Lula”: dicen que no necesitan “comprar” parlamentarios porque tienen la mayoría de ambas cámaras y que en Uruguay la “gobernabilidad” se aseguró dándole a los blancos y colorados un lugar en los directorios de las empresas públicas. Como si entregarle el control de la Aduana a los colorados no fuera una “compra”.

A la luz de la experiencia del PT de Brasil, el Congreso ratificó la necesidad de una intervención política sistemática para preparar a la vanguardia obrera para la crisis del gobierno de Tabaré. En particular, discutió la necesidad de responder al chantaje frenteamplista que pretende que hay que “soportar” a Tabaré para que no “vuelva” la derecha. “Tabaré o qué” pinta el FA por las calles de Montevideo. Lo que demuestra que la burocracia del FA ya opera a la defensiva.

La resolución política aprobada por el Congreso del PT de Uruguay plantea que el principal problema político del país es la aguda miseria de las masas, a la que el FA no da ninguna salida. El Congreso votó un programa de reivindicaciones transitorias que, tomado de conjunto, delínea una salida obrera a la pauperización. El Congreso aprobó la consigna “Fuera Astori (ministro de Finanzas) y el FMI”, como una forma de denuncia popular de la política proimperialista del FA.

Por la vía de la agitación, la propaganda y la intervención en las luchas que ya comienzan a desarrollarse (frigoríficos, desocupados), el PT opondrá sistemáticamente esta salida obrera y socialista a la política proimperialista del FA.

Luis Oviedo