Partido

17/11/2005|925

TUCUMAN | Las vacas gordas de Alperovich

El Frente Para la Victoria, encabezado por la mujer de Alperovich, obtuvo casi el 64% de los votos y se llevó los cuatro cargos en disputa, algo que ocurre por primera en la historia de Tucumán.

El gobierno tuvo el apoyo del conjunto de los grandes grupos capitalistas, que están viviendo una época de enorme bonanza. La zafra azucarera es récord, al igual que la producción citrícola. El negocio del turismo ha crecido, las textiles están trabajando a pleno, las producciones de soja y frutihortícolas han progresado. Los bancos están realizando nuevos negocios con títulos del Estado. Los capitalistas de la construcción están haciendo fabulosos negocios con la obra pública. Los terratenientes han ampliado sus latifundios.

Como consecuencia de una política educativa (ley provincial de Educación) de contenido clerical y privatista, y del bloqueo de todos los proyectos de salud reproductiva, consiguió el apoyo del clero.

Con los recursos del ‘boom’ económico logró mantener el apoyo del PJ y de sus camarillas y armar una red de intendentes, delegados comunales (incluso de la oposición, bussistas o radicales), y hasta de organizaciones piqueteras (Barrios de Pie, Sitracon, Asambleas Barriales).

Para disipar los reclamos de los trabajadores montó una política colaboracionista con la CTA y la CCC, y cooptó o neutralizó a sectores críticos (Sutep, municipales, UDT, etc.).

Constituyente

Explotando los resultados electorales, el gobierno ha confirmado la elección de constituyentes para el 19 de febrero, cuya finalidad es habilitar la reelección.

La oposición patronal quedó privada de toda base social. Parajón, aunque segundo, no llegó al 9% de los votos, por lo que decidió retirarse de la elección constituyente. Lo mismo el bussismo. Hasta el Partido Humanista decidió abstenerse. El radicalismo, a su vez, a costa de una nueva división, ha sellado una alianza con Recrear y el grupo derechista de Ciudadanos Independientes.

El PO va a intervenir en el nuevo escenario politico para desenmascarar la finalidad reaccionaria de la próxima Constituyente, oponiendo un programa y una alternativa obrera y socialista.

D.B.