Alperovich no se cansa de proclamar que va a cambiar a Tucumán y que representa la nueva política. Sin embargo, para prohibir la realización de un acto público electoral del Partido Obrero y de otras fuerzas en la Plaza Independencia, reflotó una disposición del año 1967, o sea de la época del dictador Onganía, que veda el uso de las plazas públicas para actos políticos. El problema de la plaza no se circunscribe, entonces, a la Plaza de Mayo.

Numerosos sectores vinculados a los derechos humanos se encuentran colaborando con el gobierno. ¿Van a guardar silencio sobre esta disposición antidemocrática emanada de una dictadura?

D.B.