Partido

10/4/2008|1032

Una diferencia política, no una calumnia

El MST nos acusa de "calumniar" a Marea Socialista (el MST venezolano). Pero lo que está en debate es la estrategia política del conflicto.

Marea Socialista, con la firma de sus principales dirigentes sindicales, sacó un documento público en el que llamaba a Chávez a intervenir de manera directa y personal en el conflicto "en favor de los obreros". Lo que denunciamos es que Marea Socialista reclamaba el arbitraje del Estado en lugar de impulsar la huelga por el convenio colectivo… algo que los redactores de Alternativa Socialista (3/4) no se molestan en desmentir. En Venezuela salieron varios artículos criticando esta posición de Marea Socialista.

El MST dice que los dirigentes de Marea Socialista han puesto a votación distintas medidas de lucha. Pero esto lo hicieron después que fracasara el reclamo del documento público, no antes, pidiendo el arbitraje de Chávez. Por otro lado, todas esas medidas tenían un carácter parcial precisamente para lograr que Chávez interviniera en el conflicto. En la siderurgia, una huelga por un convenio en el que no hay acuerdo significa parar los hornos. Es lo que ocurría aquí en Argentina con Somisa y con Siderar. Evitando la huelga indefinida (parate en los hornos) y con paros parciales, se garantizaban los ‘servicios mínimos’ exigidos por el ministro de Trabajo.

En el documento que criticamos, Marea Socialista dice que "si hay huelga, la apoyaremos". Siempre creímos que sería así. Pero la dirección de un conflicto no apoya huelgas si éstas se producen, sino que organiza las huelgas que se deben producir. Con aquella afirmación dejaron en claro que no impulsaban ni querían la huelga sino el arbitraje; los paros parciales tuvieron lugar por la presión de abajo, porque Chávez ignoró el llamamiento y porque los secuaces de Chávez se ponían cada vez más intolerantes con el sindicato y favorables a Techint. 

Marea Socialista dice que "va evaluando y decidiendo junto a la base los próximos pasos a dar, incluyendo la posibilidad de una huelga indefinida" (ídem). No es lo que dice el texto público que criticamos. Por otro lado, con posterioridad, la dirección sindical de Sidor sostuvo, en decenas de oportunidades, que "no nos dejaremos arrastrar a la huelga indefinida". Denunció que era la empresa la interesada en llevar a los trabajadores a la huelga indefinida.

Al cerrar esta edición, nos enteramos de que Chávez intervendría directamente en el conflicto, ante el total fracaso de su ministro de Trabajo, primero, y el vicepresidente, después. No se sabe si viene con la propuesta de nacionalizar Sidor o de comprar la mayoría del paquete accionario, o alguna otra cosa.

Tras esta intervención, o sea el anuncio de nacionalización, los ‘calumniados’ pasarán a reivindicar la ‘calumnia’: "¡vieron que el presidente nos escuchó!".