“Lo perseguían por haber elegido ser libre”

Hace casi dos años, el agente Diego Centurión de la policía bonaerense asesinó de un balazo a Javier Rojas Pérez (el ‘Colo’). El 30 de junio, la Sala III del Tribunal de Lomas de Zamora juzgará a los asesinos. Por si cabe alguna duda de cuál es la intención de la ‘justicia’, el fiscal de instrucción pidió una pena de 9 años para Centurión, cuando el Código Penal castiga este crimen con penas de 8 a 25 años. O sea que en cuatro años más, Centurión estaría nuevamente en la calle. Para el día en que empiece el juicio los familiares han convocado a una sentada en la puerta del juzgado (Larroque y Camino Negro-Banfield).


La Coordinadora de Estudiantes Secundarios se movilizará ese día bajo la consigna de perpetua a los asesinos, contra la impunidad y el encubrimiento y contra la represión policial.


Lo que sigue nos dijo Guacolda Pérez, madre de Javier:


“Acá la policía ha generado un estereotipo del delincuente, donde está tanto el que roba o quita vida, como el disidente político o el que adopta características distintas (en cuanto a la vestimenta o la música), como mi hijo. Y a mi hijo le dispararon por sentirlo un enemigo, por sentirlo como peligroso para la sociedad. Y esto tiene que ver con la formación de toda la policía: verticalista y autoritaria, donde su propia vida está desmerecida, donde lo único que cuenta es obedecer al que está arriba y pisotear al que sienten abajo.


“Para el juicio, nosotros queremos que estén presentes tanto los rockeros, como los militantes políticos, como el ciudadano común. Yo quiero saber que mucha gente empieza a concientizar esta problemática como un problema de todos y no como algo que le sucedió a Guacolda Pérez.


“Con respecto a las condenas, creo que sólo la prisión perpetua o el máximo por homicidio simple, que es de 25 años, sería, en lo inmediato, una reparación simbólica importante, un volver a creer”.