Marela y Mónica, víctimas de la Justicia, la Policía y el Gobierno

¡Fuera el fiscal Devoto y La Bonoarense!

La aparición sin vida de los cuerpos de las nenas "Marela" Martínez y Mónica Vega pone al desnudo una vez más el papel tenebroso, podrido y criminal de la Justicia capitalista.


Los padres de Marela reclamaron hasta el hartazgo al fiscal, Andrés Devoto, infructuosamente, que se allanara la casa de los Sánchez. Es que los Sánchez son viejos conocidos de la Justicia: piratas del asfalto, asociados a la Bonaerense desde hace tiempo (ver Clarín, 21 y 22/02), integrantes de una banda junto a personal de la 1ª de Avellaneda (un verdadero pozo ciego que se ha destacado, entre otras cosas, por su papel en la masacre del Puente Pueyrredón).


Beliz y Kirchner han tomado en sus manos el asunto, pero nada dicen de liquidar el aparato represivo, ni de investigar las responsabilidades de Solá.


Los papás de Marela han reclamado que se vaya el fiscal y han denunciado el trato del que fueron objeto en la fiscalía de Lomas de Zamora. Allí, las denuncias contra la Bonaerense nunca encuentran asidero.


Una manifestación que expresó la indignación popular por el crimen de las dos chiquitas y por el papel de la Justicia en la investigación, al punto de cobrarse la vida de la abuela de una de las nenas, se enfrentó nuevamente con la ferocidad criminal de la policía.


Como venimos denunciando desde Prensa Obrera, el principal factor de inseguridad para la población no son "los pobres": son los criminales estatales que organizan, arman y encubren a sus asociados, vistan uniforme o no.


La investigación debe avanzar hasta sus últimas consecuencias en manos de una comisión popular independiente, presidida por los padres de Marela y de Mónica.


Juicio y castigo para el fiscal Devoto y la cúpula de la Comisaría 1ª de Avellaneda. Fuera la Bonaerense. Fuera Solá.