Sólo la movilización impedirá que los asesinatos queden impunes

Todos los meses se realiza una marcha impulsada por los familiares del joven Ibáñez (que apareció ahorcado en un calabozo de la comisaría de Libertador San Martín -Ledesma) y Cuéllar (que fue asesinado por una balacera de la policía cuando se hacía una marcha reclamando el esclarecimiento de la muerte de Ibáñez). La muerte de Cuéllar, ocurrida el 10 de octubre pasado, terminó en una pueblada en la que se incendió la comisaría.


Los familiares han denunciado que la Justicia ha cerrado el caso relativo a Ibáñez, determinando que se suicidó, y con respecto a Cuellar sólo hay un detenido, un sargento que aparece como autor material del disparo que mató al chico.


"Para nosotros no está cerrado, cuanto más me pongo a pensar más creo que no se mató", enfatiza Ceballos (tía de Ibáñez). "Vamos a hacer marchas todos los meses para demostrar que Libertador no se olvida, y vamos a tratar de reabrir el caso para que paguen los culpables" (Página/12, 5/2).


La tía de Ibáñez ha señalado además que "es ridículo que ahora acusen de todo a Mosquera", un dirigente de la CCC que "está siendo imputado en la Justicia por los hechos ocurridos durante la pueblada de octubre, incluso por las muertes" (ídem).


Para que éste no sea uno de los miles de casos de gatillo fácil y represión criminal impune, es necesaria la más amplia movilización provincial.