Con una movilización por el centro de la ciudad y un acto en la ex Plaza Vélez Sársfield este viernes 29 el Partido Obrero e Izquierda Socialista reivindicaron al 1º de Mayo como jornada obrera, internacionalista y de independencia política de los trabajadores.

El acto comenzó con la intervención de representantes de las principales luchas obreras de la provincia. Hablaron los trabajadores de la metalúrgica RAR, hoy despedidos y luchando contra una quiebra. En el escenario, a través de Diego Saurina, secretario gremial de UTS, y de delegados de ATE del Hospital Misericordia estuvo presente la vigorosa lucha de la salud que ha puesto en jaque al gobierno y a la burocracia del SEP. Habló el delegado del diario La Mañana de Córdoba, cuyos trabajadores enfrentan la intención de cierre de la empresa. También habló un delegado del Ministerio de Desarrollo Social, donde están luchando contra 70 despidos efectuados por el gobierno de Schiaretti. Estuvieron con un documento los trabajadores de la Secretaría Contra la Trata y la Violencia a la Mujer y de las cuidadoras hospitalarias, leído por una compañera despedida; hablaron las despedidas por el cierre de las salas maternales en la UNC efectuadas por Schiaretti con la complicidad del Rectorado K.

Se hizo presente la lucha del Polo Obrero y la ocupación que lleva 6 meses en el barrio Ampliación Cabildo. Un verdadero escenario de luchas y de luchadores. En la concurrencia estaban, entre otras expresiones, los docentes, los docentes universitarios, los municipales, trabajadores del transporte (de UITA y de Aoita), trabajadores de las metalúrgicas Allevard y Valeo, de ATE, del SEP, además de un fuerte contingente de la juventud.

Lita Giordano, delegada de ATE, trabajadora del Hospital Córdoba, y Ezequiel Peressini, legislador provincial integrante del Bloque del FIT en la Unicameral, hablaron en nombre de Izquierda Socialista.

Por el Partido Obrero lo hicieron Anabel Allochis, delegada docente y dirigente de Tribuna Docente y la Lista Fucsia, y Eduardo Salas, legislador provincial.

Con una vigorosa intervención, Anabel describió el cuadro del ajuste, los despidos en el Estado y en la industria, el ataque al salario y a las jubilaciones; puso de manifiesto el enfrentamiento entre los trabajadores y la burocracia por el compromiso de ésta con los gobiernos y las patronales. Esto se expresó en las luchas que han emprendido los trabajadores, como el actual conflicto de la salud contra la conducción del SEP y su acuerdo salarial con el gobierno. También en la que desarrollaron los docentes, donde como un reguero las asambleas en las escuelas sumaban el rechazo al acuerdo con la consigna de ¡Fuera Monserrat! (secretario general de la UEPC). Anabel llamó a que la izquierda organice un gran plenario obrero con los activistas, delegados y luchadores para poner en pie la lucha por la prohibición de los despidos, por el salario y las jubilaciones y el reclamo del paro nacional.

Eduardo Salas se refirió al significado de la movilización convocada por la burocracia nacional en Buenos Aires. La colocó en el terreno del cambio del humor popular a cinco meses de la asunción de Macri, de las fuertes expresiones de lucha, y también de la crisis política, de división y enfrentamientos en la burguesía y en la burocracia sindical como resultado de la bancarrota capitalista, y su expresión en el conjunto de América Latina, refiriéndose al golpe institucional en Brasil. Salas señaló que la conclusión de hierro es la necesidad de la organización política independiente de los trabajadores y en ese cuadro caracterizó que la deserción del PTS a ese acto y

a la Plaza de Mayo es la expresión de su seguidismo a las expresiones nacionalistas patronales (los K y Dilma). Llamó a apoyar la lista del Partido Obrero en Río Cuarto en defensa del FIT. Finalizó llamando a defender al Frente de Izquierda como una alternativa política independiente, como un frente único de la izquierda y los luchadores obreros.