Universidad

10/7/2008|1045

18 y 19 DE JULIO

Nuestra posición frente al Congreso de la FUA

A medida que pasan los años, los congresos de la FUA son cada vez más truchos. Por eso nadie podrá sorprenderse ante la convocatoria entre gallos y media noche de un congreso de la FUA en la alejada San Luis, bien lejos de los bastiones políticos más importantes. Tampoco la fecha elegida, el 18 y 19 de julio, justo en medio de las vacaciones de invierno. Como se ve, el diseño apunta a que la FUA quede “a salvo” de las siempre inoportunas influencias de los estudiantes que luchan.

La convocatoria se demoró porque la Franja tuvo que cerrar su crisis interna, que la ha divido por la mitad exponiéndola a perder el congreso. Una vez que lograron ponerse de acuerdo, al menos para armar una lista común, se apresuró la presentación de las actas, por lo que seguramente muchos centros quedarán afuera. La mayoría de la Franja tiene mucho de artificial, al estar basada en pequeños centros del interior, a los que se le otorgan un número creciente de delegados. Ni qué hablar del lugar de “segunda fuerza” del peronismo, basado exclusivamente en centros diminutos y en muchos casos directamente inexistentes.

De todo esto, naturalmente, no podrá salir otra cosa que un cero a la izquierda gigante como una casa. La FUA ha desaparecido ya por completo de la vida universitaria y estudiantil.

La crisis política

El congreso no tiene previsto debatir la crisis política nacional ni la crisis universitaria. Pero la Franja Morada sí tiene posición política tomada y es del lado de la patronal sojera. En algunas universidades, incluso, la Franja Morada ha llamado a los estudiantes a movilizarse, pero no en reclamo de la defensa de la universidad pública sino de las demandas de estos capitalistas. Junto con la Franja se han alineado varias fuerzas de izquierda con la causa de los capitalistas del campo, con una pasión digna de las mejores causas.

La realización del congreso, tanto en su forma como en su contenido, fue pactada entre la Franja Morada y el peronismo. O sea que tenemos un congreso trucho parido en un pacto entre los que defienden a la patronal agraria y los que defienden al gobierno nacional.

Del lado del gobierno se colocan también los ‘transversarles’, piquetruchos, ‘comunistas’ (pocos) y ‘chavistas’, estos últimos en general funcionarios de varias universidades del interior. También grupos ‘independientes’ como La Bisagra de Córdoba, que apoyan al gobierno y co-dirigen la Universidad cordobesa con la Franja Morada.

Por una posición independiente

A diferencia de este tipo de congresos truchos, sí existieron instancias y debates del movimiento estudiantil para fijar su posición frente a la crisis política. El más importante de ellos fue sin la menor duda el Congreso Extraordinario de la Fuba, donde casi 1.000 estudiantes deliberaron durante todo un día y luego votaron una moción referida a la crisis política.

En ese Congreso, la Fuba se pronunció contra los dos bloques capitalistas, el del campo y el del gobierno, y planteó “convocar al conjunto del movimiento estudiantil a luchar contra ambos bloques capitalistas e impulsar la más fuerte unidad con los explotados de la ciudad y del campo”.

Llamamos a todo el movimiento estudiantil a respaldar este planteo.

Bajo esta perspectiva, el Congreso de la Fuba llamó a las organizaciones estudiantiles a rechazar el proyecto de ley de educación superior kirchnerista que viene a perpetuar la política del Banco Mundial aplicada por el menemismo. Asimismo, aprobó un programa de conjunto para defender la autonomía contra el gran capital en la universidad, la expulsión de las camarillas privatizadoras y la democratización del cogobierno, la defensa de las carreras de grado frente a su degradación, la gratuidad en todos los niveles, el financiamiento único del Estado.

Armemos un bloque

Del Congreso de la FUA no saldrá absolutamente nada. Se requiere que armemos un bloque de organizaciones para fijar un programa e impulsar acciones de lucha durante el segundo cuatrimestre. De esta manera podremos superar, aunque sea parcialmente, la tarea que la dirección de la FUA dejará pendiente.