El país conmemora este 24 de Marzo con un cuadro excepcional de represión y de impunidad.

 

Los docentes de Santa Cruz, que son cacheados en las rutas, amedrentados por la Gendarmería y agredidos por bandas que no llegan a ser fascistas por su falta de disciplina.

 

Los docentes, luchadores y el PO de Salta que sufren un espionaje implacable y la tentativa de infiltración, con el declarado objetivo de montar una provocación que permita la derrota de la inquebrantable huelga docente.

 

Los familiares de Cromañón que son reprimidos en las puertas de los tribunales de Comodoro Py.

 

Por otro lado, genocidas ‘condenados’ o ‘detenidos’ que se pasean por sus lugares de preferencia, sin mosquearse, frente a un gobierno nacional que sabe lo que ocurre, pero que lo oculta para disimular su impotencia o su complicidad.

 

Por último, la justicia de otros países que condena a perpetuidad a los asesinos del gobierno militar, mientras estos se acogen a la ley que derogó la obediencia debida para evitar que se los extradite o para lograr que se los repatrie ¡incluso después de condenados!

 

Mientras tanto, la juventud trabajadora y sin trabajo, apaleada y torturada sin atenuantes en las comisarías ‘de la República’.

 

Así gobierna el “hijo de las Madres”.