Políticas

3/7/2003|807

26 de Junio: Importante jornada en Santa Fé

500 piqueteros cortamos la Autopista Rosario-Santa Fé

El jueves 26 de junio, al igual que en el resto del país, el movimiento piquetero de Santa Fe realizó una jornada de lucha, que empalmó con la que el movimiento piquetero de Santa Fe desarrolla desde hace un mes, por los planes, por los alimentos y por la indemnización total a los inundados, y por la renuncia, investigación y cárcel a los culpables de la catástrofe.


Desde la tribuna del Polo Obrero llamamos a profundizar el plan de lucha contra Reutemann y destacamos el papel del movimiento piquetero en todo el país en su lucha contra el gobierno continuador del de Duhalde.


El gobierno de Santa Fe responde con la intimidación y con la amenaza represiva a cada reclamo piquetero. Los 13.500 planes que han llegado a Santa Fe nadie sabe adónde fueron a parar; sumado a esto la caída de 800 planes que han efectuado este mes. Los acuerdos que firmó con las organizaciones de desocupados, de reparto de ropa en los barrios y de alimentos, no fue cumplido, sólo se dignó a repartir algunas prendas, y ha comenzado a retirar masivamente las raciones de comida. Los 1.200 pesos que ha prometido sólo fueron entregados a un 50% de los damnificados.


La represión y la intimidación es el único camino que ha encontrado el gobierno de Reutemann para responder a una provincia hambreada y destruida por la inundación. En este sentido, ha emprendido una persecución contra el Polo Obrero y mi persona. Me amenaza con detenerme en cada jornada de lucha y ha puesto un auto sin matrícula a perseguirme por Barrio Centenario.


Pero el movimiento piquetero no baja los brazos y el jueves se volverá a movilizar a la Secretaría de Trabajo por cada una de las reivindicaciones, y contra la persecución a los que luchan. El plan de lucha del movimiento piquetero no termina y se prepara para la gran Asamblea Provincial del 26 de julio, un paso fundamental en nuestra organización para terminar con un gobierno provincial acabado y responsable de nuestra miseria, incapaz en todo sentido de responder a la más mínima de nuestras necesidades.