Políticas

15/8/2013|1281

33.000 votos en Tucumán

Alperovich obtuvo la peor elección desde que se encumbró en la gobernación. La lista encabezada por el ministro Manzur apenas superó el 45%, cuando en octubre de 2011 había alcanzado el 60%.


Este retroceso expresa la disgregación de una parte del aparato partidario. El sector que responde al intendente de la capital, Domingo Amaya, no hizo campaña. Lo mismo ocurrió con todo un arco de caciques del interior.


Por su lado, el Acuerdo Cívico y Social -que agrupa a la UCR (que concurrió con cinco listas), el FAP y la democracia cristiana- obtuvo un 27%, muy por debajo de las encuestas que publicitaban una paridad con el alperovichismo. A su vez, en la interna del Acuerdo Cívico, la peor parte se la llevó el FAP, que obtuvo un 1%, una verdadera licuación del centroizquierda.


El Frente de Izquierda logró un 4%, con casi 33.000 votos. Es una cifra que nos aproxima a la obtenida en las convencionales de 2006, cuando el PO logró 37.000 votos. En aquella ocasión, sin embargo, no se presentó Parajón, que ahora encabezó una coalición con el MST y el PCR, la que quedó por abajo del Frente de Izquierda.


A través de Parajón, este frente hizo campaña con planteos completamente procapitalistas y reaccionarios, llegando a atacar a Lebbos por "hacer política" con el crimen de su hija.


La votación del Frente de Izquierda se acrecentó en la capital, donde quedamos como cuarta fuerza con el 5,5%. Incluso en algunas escuelas de la capital el promedio superó el 10%. En otros departamentos del interior, como Tafí Viejo, se obtuvo el 4,5% y fuimos cuartos, al igual que en Yerba Buena, Lules y Monteros. Una gran votación se logró en el departamento más obrero de la provincia, el de Cruz Alta, donde logramos un 3%, pero con porcentajes muy superiores en los pueblos donde está concentrada la intervención política partidaria como en Los Ralos, Delfín Gallo o la Banda del Río Salí.


El PO (en el Frente de Izquierda) realizó una campaña de alcance provincial. Esto se reflejó en los más de 700 fiscales que controlaron las escuelas de casi todas las capitales departamentales y gran parte de las mesas de las escuelas de la capital. Entre ellos, obreros de ingenios y citrícolas.


La campaña del Frente de Izquierda estuvo íntimamente ligada al curso de la crisis política, en especial a todo el proceso desatado por el caso Lebbos. Provocó un gran impacto el llamado de Alberto Lebbos a apoyar al PO y al Frente de Izquierda.


Luego de la elección, se produjo un clima similar a cuando accedimos a la Constituyente. Llegan muestras de apoyo de todos lados y propuestas para sumarse. Sectores de la izquierda en crisis se aproximan. Está planteada una urgente e inmensa tarea para reclutar a los sectores más comprometidos y organizar a la enorme periferia que se ha puesto en movimiento para encarar el próximo desafío de octubre.