El “zapping” cansino del domingo 23 de agosto por la noche me llevó a un programa que trato de no ver: “6, 7, 8”. Allí, bajo la mirada de Julio de Vido (!), estaban reivindicando la gran lucha contra los despidos de los trabajadores gráficos de Clarín, de 2004. Naturalmente, para denostar al monopolio de los Noble. “Pequeño olvido”: esa huelga ¡fue reprimida por la infantería de Kirchner! De hecho, en Prensa Obrera (PO Nº 867, 4/4) consignábamos que “la huelga cedió cuando 600 guardias de infantería, con camiones hidrantes incluidos, militarizaron la planta”. El propio De Vido, ¡era parte del gabinete que ordenó la represión! El kirchnerismo profesa la impostura de la más baja calaña al pretender valerse de una lucha ¡que reprimió ferozmente al servicio “del monopolio”!, entonces su aliado.

La lucha de AGR debe haber marcado, sin dudas, a toda una generación de obreros gráficos, y a los luchadores piqueteros y estudiantiles que la apoyaron. Su actualidad y la forma en que desnuda al gobierno K son implacables.