A 10 años del asesinato de Mariano Ferreyra: la campaña del Partido Obrero
PH Juan Diez
A diez años del asesinato de Mariano Ferreyra, las banderas que levantaba nuestro compañero siguen más vigentes que nunca. La campaña que viene desenvolviendo el Partido Obrero gana las calles y las redes, reivindicando la gran lucha que dimos por justicia por Mariano y colocando los grandes problemas políticos que estuvieron en el centro de su asesinato, y que tienen una actualidad renovada.
El 7 de octubre colocamos una placa en la Estación Constitución conmemorando a Mariano. En el acto de colocación, Jorge Hospital desarrolló una denuncia demoledora de las condiciones de tercerización laboral entre los ferroviarios. Es que la forma de precarización contra la que luchaba Mariano, y que consistía en contratar empresas tercerizadas para contar con trabajadores fuera de convenio y con menores salarios, es defendida en forma sistemática, hoy en día, por las patronales y el gobierno. Así -denunció Hospital-, tres trabajadores de la tercerizada Murata fallecieron víctimas del Covid por ser forzados a trabajar sin condiciones bajo la pandemia, justamente, por su condición de precarizados.
Cuando los trabajadores toman la voz, las denuncias se multiplican. En otra actividad de la campaña, Miguel Díaz, obrero de Siderca, del grupo Techint, denunció que la tercerización fue la vía para desvincular a cientos de trabajadores de la empresa, rescindiendo los contratos con las contratistas bajo la pandemia. Denunció también que, así como sigue ocurriendo en el gremio ferroviario, en la UOM la burocracia es dueña de empresas tercerizadas. La burocracia sigue defendiendo los mismos negociados que llevaron al asesinato de Mariano.
El crimen que hoy cumple diez años es también un tema importante en el debate político. El kirchnerismo pretende presentar que hubo una colaboración de su parte para resolver el caso, cuando en realidad la impunidad del secretario general de la Unión Ferroviaria, José Pedraza, para atacar a nuestro compañero en defensa de sus negociados, era un resultado directo de un Estado que lo protegía. Esta batalla política se presentó, por ejemplo, en la Legislatura porteña: allí, a propósito de una moción presentada por el kirchnerismo, Gabriel Solano denunció esta colaboración, mencionando que para Cristina, Pedraza era un “ejemplo del sindicalismo que construye”. En la misma intervención, nuestro legislador denunció que hoy mismo gobiernan con los burócratas de la casta de Pedraza, a quienes convocan a la Casa Rosada para hacer pactos contra los trabajadores.