Políticas

25/12/2003|831

“A Kirchner lo atemoriza ver a los piqueteros en los sindicatos”

Saludamos al movimiento piquetero, que no está aislado, como dice Kirchner, como lo demuestran esta Plaza y el avance de las corrientes piqueteras en todos los gremios y la universidad. A nuestro Presidente, que acusa a la izquierda piquetera de romper las asambleas populares, le decimos: ¡Qué caradura! Nosotros tenemos memoria, recordamos cuando Kirchner, como gobernador, apaleaba las asambleas populares en Río Gallegos; recordamos cuando Barrionuevo, Duhalde y Othacehé apaleaban las asambleas en todo el conurbano. Recordamos también cuando junto a las asambleas populares, los desocupados y las fábricas recuperadas, enfrentábamos las balas asesinas en el Puente Pueyrredón.


El problema es otro, compañeros; el terror de Kirchner es el inminente desembarco del movimiento piquetero en los grandes sindicatos, en las grandes fábricas. La recuperación piquetera en los sindicatos es el próximo escalón de la rebelión popular. El movimiento piquetero se postula así como la alternativa política al gobierno Kirchner y a su pacto con el FMI.


En la universidad pública, compañeros, estamos ante una encrucijada histórica. Ha fracasado la política privatizadora del Banco Mundial, de colocar a la universidad al servicio de las grandes empresas. El cuestionamiento del régimen universitario plantea la necesidad de estructurar la universidad al servicio de los intereses de la clase obrera, por eso avanza el movimiento piquetero en las organizaciones estudiantiles. Y ustedes van a ver – tengo el honor de anunciarles – , que el próximo martes el Frente 20 de Diciembre volverá a ganar la Fuba, manteniendo viva la llama del Argentinazo. Hay que destacar que la victoria de las organizaciones estudiantiles, frente al cadáver de la Franja Morada y a las variantes centroizquierdistas-kirchneristas, es marcando la perspectiva estratégica de la rebelión popular. El Argentinazo no ha muerto, compañeros; está vivo y coleando, palpita entre nosotros. Hasta la victoria siempre. Hasta el gobierno de los trabajadores.