Políticas

13/1/2005|884

A la comunidad de Caleta Olivia


Desde la prisión domiciliaria que me impone el régimen, deseo saludar a todos mis compañeros de lucha, a aquellos que como yo hemos tenido que ir a conseguir puestos de trabajo que nos han negado por años; quiero agradecer a la Comisión de Familiares, que hasta caminó desde Ramón Santos a Caleta para el 20/11, que hoy acampa en el Gorosito pidiendo nuestra libertad, que se ha movilizado, que ha viajado a distintos lugares para denunciar las vejaciones que hemos sufrido.


 


En rigor de verdad, a eso se debe mi actual situación: a la gran trascendencia nacional e internacional que ha tenido el problema de los presos de Caleta Olivia, a la gran cantidad de movilizaciones en todo el país de denuncia de este gobierno, que ha debido ceder ante la coherencia de las organizaciones que reclaman la libertad y el desprocesamiento de los que luchan por trabajo genuino, por aumento de salarios, etc…


 


Este gobierno que se dice nacional y popular, “hijo y nieto de madres y abuelas de Plaza de Mayo”, es el que más presos políticos tiene. Exactamente 28 en este momento. Es el que con su Justicia deja libres a los que se robaron el país, a los asesinos de Cabezas, y encarcela a los que luchan por el bienestar de sus hijos; y hoy responsabilizan a los trabajadores por la muerte de los 14 mineros del Turbio, cuando los responsables polìticos y económicos gobiernan este país, pretendiendo nuevamente desviar el eje de discusión.


 


Quiero saludar a mis compañeros presos por pedir trabajo, Elsa, Selva, Mauri, Hugo, Jorge, por su entereza en este tiempo, y para que estén firmes en estos momentos.


 


Un gran abrazo, fuerza compañeros, yo estoy con ustedes. Un saludo afectuoso a Cintia Darco por su sensibilidad y solidaridad.


 


Quiero saludar a nuestros abogados defensores, Dr. Amaya, Dra. Heredia, Dr. Quinteros, a los que colaboraron desde Buenos Aires con ellos –Dra. Ferrero y Dr. Villarrreal–; y a los medios de comunicación que siempre estuvieron dispuestos ante las necesidades de nuestras familias y demás compañeros.


 


Hoy más que nunca le pido a la comunidad que al levantar la copa uno de sus deseos sea:


 


Por una sociedad sin presos por pedir trabajo.


 


 


Mauricio Perancho (detenido en la Seccional 3ª)


 


 


 


Al gremio municipal Soemco Apjam, Adosac, Uniones Vecinales, a la Iglesia, organizaciones de derechos humanos y compañeros de conflictos anteriores


 


 


Hoy, hace tres meses y 25 días que estoy preso por pedir un trabajo digno, por tratar de que a mis siete hijos y a mi esposa (Vero) no les falte nada.


 


Hoy, hace tres meses y 25 días que mis hijos no están con su padre; pensábamos que todo nos iba a ir bien, a partir de ese día en que se destrabó el conflicto; que íbamos a poder darles de comer, todos los días, comprarles sus cosas…


 


Hace tres meses y 25 días que mi esposa y mis hijos están sufriendo, igual que yo; tuvieron que pasar las fiestas en una comisaría, viendo llorar a su padre y a su madre, sin poder disfrutar lo que es para ellos la “magia de la navidad”, sin entender por qué papá está preso, si sólo quería un trabajo…


 


Sólo quería que económicamente estuviéramos mejor; ellos, mis hijos, pensarán por qué no seguí haciendo artesanías… pero yo les puedo responder que con las artesanías no se puede alimentar a siete boquitas, y mucho menos vestirlos. Hoy estoy preso por haber sido “ vocero ”. ¿Cuál es el delito? Todavía no lo entiendo. Tratar de hablar por las 250 personas que buscábamos una vida mejor. Hoy hay muchas familias que con el reclamo que llevamos adelante, tienen una mejor vida, que es lo que yo quería para mi familia; me da bronca ver por la TV la propaganda de la Municipalidad, donde las chicas están trabajando, porque es como que la Municipalidad les dio el trabajo, y ellas saben que ese trabajo se lo ganaron, que nadie les dio nada, si alguien se tienen que llevar los laureles, son ellas; porque a sus hijos les pueden decir que ese trabajo que tienen se lo ganaron ellas, que cambiaron un bolsón y un Preno, arriesgándose a perder todo, por unos días de reclamo, soportando distintas presiones; por eso les pido a esas familias, a comerciantes, gremios ya integrantes de conflictos anteriores, que el día 31 de diciembre de 2004 me acompañen en cierta forma al acampe y brindis simbólico que se va a realizar en el Gorosito, y no se olviden de que los que estamos presos necesitamos su apoyo.


 


Por último, quiero agradecer a las mujeres y hombres que están haciendo que Caleta se vea más linda.


 


Marcela Constancio (en prisión domiciliaria)