Políticas

24/6/2005|905

A la dignidad de nuestros mártires

Balance de los actos a un año de la masacre


Ante el aniversario del crimen social de los 14 compañeros en Mina 5, se plantearon dos actitudes que dividen las aguas de la nueva situación social en el Turbio: por una parte la Lista Verde, que ha logrado mantener el control formal del sindicato, se plegó a la misa que contó con la presencia del gobernador de la provincia, mientras aparece reclamando vagamente “justicia para los mineros” sin atacar al poder político, responsable doloso por la muerte de los compañeros.


Los degennaristas no tienen problema en compartir un acto con el mismo gobernador que se niega a recibir a ATE, porque participa del corte de ruta en Pico Truncado, donde desde hace treinta días los activistas de ATE se están literalmente muriendo de frío en la ruta. Esta gente se felicita y se ha integrado con patas y todo al “programa de inversiones” de Kirchner en la mina, y entre viaje a Europa para la compra de equipos y viaje a Venezuela para alguna reunión, se han “olvidado” de elegir delegados en los sectores y de reclamar el aumento de salarios o la insalubridad para los trabajadores del carbón.


Por otra parte, el activismo que en su momento apoyó a la Comisión Provisoria y destituyó en asamblea a la burocracia verde, propuso un acto independiente, para denunciar a los verdaderos responsables empresariales y políticos de la masacre, así como para replantear las reivindicaciones pendientes. La idea era realizar un acto en el centro de la ciudad a la salida del turno.


La intervención de la empresa decretó asueto para el 14 y enseguida se plegaron los municipios de Río Turbio y 28 de Noviembre, se suspendieron las clases y toda la actividad del Estado. La discusión acerca de qué hacer el 14 se desarrolló en asambleas a la entrada de los turnos, primero realizadas por la conducción oficial del sindicato y luego por el activismo de la ex Lista Negra. El surgimiento de dos convocatorias desató una gran discusión entre los mineros que reclamaron que se realizara el acto en el centro de la ciudad y a la Lista Verde que se haga presente en el mismo. Así se acordó finalmente en la última reunión en boca de mina, aunque la Verde traicionó en buena medida su compromiso y puso todo su empeño en la misa y marcha al cementerio, “bajando” al acto del centro solamente algunos miembros de la directiva, que luego de hablar fueron chiflados por la concurrencia, la que por otra parte no fue masiva. En Río Gallegos también se realizó un acto convocado solamente por el activismo y gremios como Adosac que siempre se han movilizado junto a los mineros.


Después de mucho tiempo el activismo ha logrado recomponer en alguna medida sus filas con la realización del acto del 14. Es la oportunidad de avanzar en la elección de delegados, en el reclamo salarial y de la insalubridad, y en la pelea por el castigo a los responsables políticos y operativos de la muerte de los mineros, empezando por el propio presidente Kirchner, el secretario de Energía Cámeron y otros miembros del elenco de gobierno.


Para que los mineros tengan justicia es preciso acabar con la impunidad del poder. Ninguna “inversión” de los que se saben culpables nos devolverá a los compañeros.


 


Adhesión al acto de los mineros del Partido Obrero (14/6)


Se cumple un año del más terrible crimen social que haya conocido nuestra comunindad de la cuenca. Un año de que la irresponsabilidad de funcionarios y empresarios preocupados por acumular ganancias y coimas, les arrancó la vida a 14 compañeros. Se cumple un año sin justicia, sin que los principales responsables políticos y de la empresa estén siquiera bajo proceso. Mientras los familiares de Cromañón pueden perseguir a un Chabán y a un Ibarra, en Santa Cruz la justicia culpa a los mismos mineros. Los 14 no fueron los únicos, antes estuvo Reynoso, y antes Alvarado, y tantos compañeros… El sistema asegura la impunidad de sus funcionarios.


Los que se fueron nos dejaron un ejemplo del orgullo de ser mineros, un ejemplo de lucha como seres humanos y trabajadores. Ahora nuestro deber es exigir justicia y seguir ese ejemplo, haciendo respetar la diginidad de los mineros y de toda la clase trabajadora…


Porque la lucha continúa para lograr un salario que cubra las necesidades de nuestras familias sin tener que pasar los fines de semana dentro de la mina. Por el control obrero, para que nunca más se desvíe la plata del lugar a donde debe ir y para que se garanticen las condiciones de seguridad en el trabajo. También para que se reconozca nuestro derecho a la jubilación con el 82% móvil y la tarea insalubre que desempeñamos.


Es un día de homenaje, la movilización política y gremial de los mineros es la foma de llevar a la victoria la causa por la que lucharon los compañeros que ya no están.