Políticas

13/6/2013|1272

“A la izquierda de la pared”

Extractos de un artículo publicado en plazademayo.com

El poder kirchnerista siempre gustó presentarse como la izquierda posible, como el progresismo realmente existente y popularizó la expresión: "A nuestra izquierda, la pared". Un axioma repetidamente desmentido por la realidad y sus circunstancias. Ese sector que se encuentra, según los operadores K, detrás de las paredes, también estuvo -y está- activo en estas últimas horas de incertidumbre electoral.


Claudio Lozano decidió cortarse solo en la ciudad de Buenos Aires, denunciando que Carrió era de derecha y que Pino era funcional al gobierno (sin embargo, el grupo lozanista mantiene el apoyo a Binner a nivel nacional). El sector de Lozano -llamado Unidad Popular y ligado fuertemente a la CTA opositora- decidió armar listas por fuera del nuevo rejunte aliancista y para ello anunció una alianza con Marea Popular, un grupo estudiantil cuyo mayor mérito es dirigir algunos centros de estudiantes de Capital y por ello co-conducir la Fuba junto al Partido Obrero. Marea Popular no podría ser considerada como una fracción antikirchnerista, ya que sus dirigentes coinciden con el kirchnerismo en que la última fue una década ganada para los sectores populares, tal como escribiera en su revista Martín Ogando, dirigente de la agrupación estudiantil. Al frente de Lozano se intentan sumar los maoístas del PCR y los descolocados trotskistas del MST, que hicieran seguidismo de Pino Solanas durante varios años y que hoy intentan insertarse en cualquier espacio que les permita mantener sus posiciones legislativas. Luis Zamora se presenta en soledad en el partido Autonomía y Libertad, de triste recuerdo ya que en el 2000 hizo una excelente elección logrando diez legisladores en Capital, pero que al poco tiempo se disgregaron en ocho bloques diferentes, dando cuenta de la endeblez política que acarrea ese grupo de militancia que se cuenta con los dedos de cuatro manos.


A la izquierda de la izquierda de aquella mentada pared, el Frente de Izquierda anunció que había llegado a un acuerdo entre los partidos que lo integran. Se sabe que no fue fácil y que incluso alguno de los grupos trotskistas que integran el FIT planteó que se dirimieran las listas en las internas de las Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias (Paso), una locura que de haberse realizado hubiera equiparado a esa fuerza con el método de los neoaliancistas o los derechistas que no pueden resolver una lista sino a través de elecciones internas. Como dijera la politóloga María Esperanza Casullo en esta misma sección (en su nota "Por qué el Frente de Izquierda hará una excelente elección"), uno de los factores que impulsa una excelente elección del Frente de Izquierda es que no tiene pujas internas tan evidentes como el del resto de los frentes y partidos. Las diferencias existen, claro está (si no fuera así, los trotskistas hubieran desarrollado un solo partido), sin embargo, la posibilidad de plantear una salida estratégica -es decir, la construcción de una alternativa anticapitalista en medio de la crisis capitalista internacional, de la que no sale indemne nuestro país- logró que se allanaran esas diferencias y se acordaran candidaturas. En capital, Jorge Altamira será el primer candidato a diputado, en tanto Néstor Pitrola hará lo suyo en la provincia de Buenos Aires.


El FIT se presentará en 19 distritos y acordó presentar candidatos al Consejo de la Magistratura, pero la resolución de la jueza María Romilda Servini de Cubría suspendiéndolas -lo cual implica un duro golpe al kirchnerismo- pondrá en duda tal decisión. Lo cierto es que la izquierda está en condiciones de comenzar ya su campaña legislativa hacia octubre, como el kirchnerismo y a diferencia de los demás espacios que en agosto resolverán sus propias disputas. Los intentos de rejunte sin principios del centroizquierda dan cuenta de su crisis. De la habilidad de la izquierda para aprovechar la situación de sus adversarios de todo tipo y para erigirse como una alternativa con sustento dependerá que ingresen diputados de ese espacio al Congreso y puedan intervenir de manera potenciada en la crisis política que recorre la Argentina.