Políticas

7/8/2003|812

¿A qué va Balza a Colombia?

Para Página/12 el nombramiento de Balza como embajador en Colombia tiene un contenido progresista porque el hombre sería “un destacado opositor a la intervención militar extranjera” y va con la orden presidencial de trabajar por el “respeto a la autodeterminación” (Página/12, 30/7).


¿Es así?


En primer lugar, el canciller Bielsa se encargó de asegurar “que el gobierno mantiene sobre la guerrilla colombiana – las Farc – , la categoría de fuerza terrorista que su antecesor Carlos Ruckauf había definido como política de Estado” (La Nación, 30/7). Esta es la primera exigencia política de los yanquis a sus “aliados” en América Latina. En segundo lugar, aunque “Balza es amigo de muchos miembros del alto mando militar colombiano (…) el dato más importante debe buscarse en otra parte: tiene una vieja relación con el secretario de Estado norteamericano, Colin Powell (…) (y) nadie ignora la preocupación de los Estados Unidos por Colombia” (ídem).


Lo fundamental, sin embargo, es que para el gobierno Kirchner, la autodeterminación no es lo mismo que entiende cualquier mortal. Por ejemplo, la intervención militar se respetaría si se hiciera con una resolución de la Onu, ni qué decir si la pidiera el gobierno colombiano. Balza va precisamente a apoyar esta clase de intervencionismo.