Políticas

6/3/2003|791

Abajo la guerra y sus gobiernos

La situación de todos los países se encuentra dominada hoy por la inminente guerra imperialista y por las perspectivas de crisis internacionales, económicas y sociales que no dejará de provocar.


Las soluciones locales a los problemas nacionales que elucubran los gobiernos de turno no tienen ningún futuro: van a ser barridas por la guerra que el imperialismo yanqui ha decidido lanzar contra Irak y en todo Medio Oriente.


Todos los Estados capitalistas del mundo se encuentran comprometidos en esta guerra. A través del pago de las deudas externas usurarias, unos, o de las inversiones en bonos de la deuda pública de Estados Unidos, otros, todos los gobiernos y todos los capitalistas están financiando la ya anunciada masacre de l os pueblos.


Duhalde está metido hasta el cuello en el crimen internacional que se prepara. El nuevo embajador argentino en Washington, Amadeo, se lo acaba de anunciar a Bush. Con una transferencia anual al exterior de 20.000 millones de dólares, el quebrado Estado argentino integra la legión que financia la guerra imperialista a costa del hambre de nuestro pueblo.


En el marco de esta catástrofe, las elecciones del 27 de abril son una inmensa ficción. El trío de candidatos del desintegrado justicialismo y el igual número de los pulverizados radicales entretienen a la opinión pública con culebrones mediáticos, mientras los estados mayores conspiran para descargar la crisis inminente sobre el pueblo.


En el marco de las Naciones Unidas o de la acción fuera de ella, todos los candidatos del viejo régimen atacado por la rebelión popular apoyan la guerra imperialista.


A partir de este apoyo se convierten en agentes inevitables de un nuevo ataque contra el pueblo argentino.


El Partido Obrero dice: abajo la guerra y abajo los gobiernos que la desatan, que la apoyan y que la encubren.


  • Ningún soldado, ningún argentino para apoyar a los yanquis.
  • Ni un peso para la guerra: repudiemos la deuda externa y nacionalicemos los bancos.
  • Fuera el FMI.
  • Basta de sanciones contra Irak y contra cualquier pueblo. Autodeterminación nacional.
  • Movilización internacional; solidaridad con los pacifistas revolucionarios que bloquean las rutas, los aeropuertos, las vías férreas y las bases militares para boicotear la guerra imperialista.
  • Por la unidad política inmediata de los obreros y campesinos de América Latina.


Con estas reivindicaciones los candidatos del Partido Obrero, Jorge Altamira-Eduardo Salas, se movilizarán en la campaña electoral.