Abajo la reforma “negrera”
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Cuando el diario La Nación informó que el decreto de reforma laboral ya estaba firmado y que sería anunciado después de las elecciones del 10 de abril, José Rodríguez, el burócrata del Smata, no sólo confirmó la primicia del diario sino que agregó que el 11 el pueblo argentino se desayunaría con la “novedad”.
Por eso es que la reunión de Cassia con Carlos Menem fue un show. “Vamos a discutir todo, desde los borradores” se prometieron ambos, cuando los dos saben que el texto “negrero” está firmado con fecha fija. El show sirvió de pretexto para que la CGT “suspendiera la campaña publicitaria contra la reforma laboral” de manera de no empañar la performance electoral menemista. La esencia del pacto Menem-Alfonsín es posibilitarle a la camarilla privatista que imponga este ataque en regla a las conquistas históricas del movimiento obrero. El mismo 10, Menem utilizará los resultados electorales como “un cheque en blanco” para sacar como sea la más preciada exigencia “negrera” de los grandes capitalistas.
El “petrolero” Cassia fue una pieza central para que YPF echara a más de 20.000 trabajadores y se entregaran las áreas más ricas de4| petróleo a Pérez Companc, Techint, y demás pulpos.
Abajo la reforma “negrera” es hoy una consigna que nuclea a todo el movimiento obrero.