Políticas

2/1/1996|479

¡Abajo los estatutos negreros de Duhalde!

Entre palos, gases y balas de goma, los diputados de la Legislatura Bonaerense aprobaron y dieron media sanción a la Reforma de los Estatutos para la administración pública, salud y los trabajadores municipales.


La represión salvaje a los manifestantes estatales, que dejó contusos y heridos de consideración, delata el contenido negrero y reaccionario de las ‘leyes Duhalde’. El propósito de este ‘paquete’ es rebajar los salarios, superexplotar a los trabajadores y preparar el despido de miles de trabajadores estatales y municipales.


Hambre y despido


Los ‘nuevos estatutos’ terminan con la estabilidad laboral, imponen arbitrariamente el cese automático de los trabajadores contratados (multiplicando la desocupación), condicionan la permanencia en el cargo y la función a la aprobación de ‘exámenes filtros’ (manipulados por las autoridades), amplían las disponibilidades (ya previstas por el anterior estatuto del empleado público bonaerense), eliminan y mutilan licencias y permisos (incluidas las vacaciones), dan rienda suelta a funcionarios y directores de los hospitales para que sancionen, suspendan y echen sin sumario previo, prolongan la jornada de trabajo y hasta la sobre-extienden sin límite horario preciso, liquidan el salario y atomizan a los trabajadores atando sus remuneraciones a los adicionales en negro y por “productividad” y rebajan los salarios reduciendo el porcentual por año de antigüedad.


¿Dónde están los sindicatos?


Las ‘leyes Duhalde’ fueron las más anunciadas del mundo.. Desde hace seis meses y más el gobernador y su vice se le han pasado anunciando que el “96 será el año de los nuevos estatutos”.


Para que no quedasen dudas, el ministro Mussi recorrió todos los rincones de la provincia, provocando y amenazando a los trabajadores de la Salud que se movilizaban contra la reforma negrera y en defensa del hospital público.


Un antecedente inmediato del ‘paquetazo’ fue la “reconversión administrativa en los municipios” es decir la disponibilidad en masa para todos los trabajadores municipales hasta fines del 96.


Pese a tanto bombo … las burocracias de UPCN, salud, el sindicato municipal y ATE no movieron un dedo y se limitaron reclamar su participación en una ‘comisión negociadora’. ¡Es decir que declinaron desde el vamos toda lucha contra el paquetazo!


Ni un ‘saludo a la bandera’


De todas las direcciones sindicales, la de ATE es la que mayor confusión, desaliento y desmoralización ha provocado entre los activistas. El deggenarismo provincial y nacional, uno de los más entusiasmados con la ‘comisión negociadora’, tiene su responsabilidad en la aprobación de la Reforma. Mientras que con una mano criticaba y denunciaba a la ‘reforma’ como ‘nefasta’, con la otra entraba a la comisión colaboracionista (una engaña pichanga para bloquear la resistencia a la reforma de los estatutos); levantaba la Jornada Provincial del 30 de noviembre (en plena lucha y paros activos de los hospitales marplatenses y en medio de las movilizaciones del Niños contra la extensión de la jornada laboral); dilapidaba un Plenario Provincial de Advertencia) y bloqueaba toda respuesta de conjunto de los estatales de la Provincia (Paro General Activo). ¡Ni aún después de la brutal represión del martes, la dirección de ATE-CTA se decidió a llamar al Paro Activo para abrir una perspectiva de movilización al movimiento! El ‘paro comunitario’ convocado por el CTA para el jueves 21 fue un fiasco equivalente a la fracasada Mesa de Enlace. Esta vez, ni siquiera hubo la pretensión de montar un ‘saludo a la  bandera’: la ‘jornada’ se agotó en una raquítica concentración de aparato —una 500 personas— frente a la Legislatura.


Abajo los estatutos


De aquí en más el gobierno tendrá que aplicar lo que se ha votado, Duhalde ha explotado en beneficio propio la parálisis y la complicidad de la burocracia. Si Duhalde ha optado por ‘generalizar’ este ataque es porque se ha acelerado la crisis financiera y fiscal de la provincia, y más precisamente porque quiere descargar sobre las espaldas de los trabajadores estatales, el peso de la bancarrota y quiebra de un tercio de los municipios bonaerenses.


El Partido Obrero llama a luchar contra la Reforma Negrera y a bloquear su implementación mediante el Paro Activo, las manifestaciones, las huelgas y las ocupaciones de edificios y reparticiones. Entre esta reforma antiobrera y los intereses de los trabajadores estatales y municipales no hay punto de conciliación posible. ¡SON ELLOS O NOSOTROS! Abajo la reforma del despido. Impulsemos asambleas, plenarios de delegados y encuentros de trabajadores estatales y municipales para luchar contra la aplicación de los estatutos negreros.