Políticas

7/11/2022

Adiós al sanguchito, ¿a cuánto se va el kilo de pan?

Puede llegar a $500 el kilo en diciembre.

Este lunes aumentaron los precios.

El sector panadero dio a conocer que este lunes 7 de noviembre se oficializará el incremento del pan que elevará el precio desde los $360 hasta los $430. En algunas panaderías incluso no descartan que se pueda ubicar hasta $460 y advierten por diciembre. En diciembre, el kilo podría llegar a $500: un impacto de lleno en la mesa de los trabajadores argentinos, y sobre todo en productos esenciales de la canasta básica. Todo en un contexto donde la inflación y la política de tarifazos permanentes continúan perforando los ingresos y el poder adquisitivo de los asalariados.

En septiembre venció el “Fondo Estabilizador del Trigo Argentino” que fue creado con el presunto objetivo de controlar el precio de los derivados del trigo y ha demostrado su estrepitoso fracaso, puesto que, desde su creación, el pan ya acumula un aumento del 98%.

Los valores que regirán desde hoy para las bolsas de 25 kilogramos quedaron en $1.472 para la harina 000 y en $1.767 para el tipo 0000; en tanto que para la harina tapera y semolín se fijó en $1.914. En todos los casos se trata de incrementos que rondan entre el 3,88% y el 3,94%, de acuerdo con el tipo de harina respecto de los últimos precios fijados el último 13 de septiembre, mes en el cual se realizó un incremento del 9% para todas las variedades (Ámbito 7/11).

Consultado en declaraciones a FM La Patriada sobre las razones de la suba del precio del pan, Gastón Mora, presidente del Centro de Panaderos de Avellaneda, respondió: “Tuvimos un incremento de la harina que no está subsidiada y terminará repercutiendo en las panaderías. Hoy hay un aumento anunciado en el combustible que afecta a la logística, también, lo que nos preocupa muchísimo”.

Cuando el índice de inflación de octubre promete continuar en niveles récord, el gobierno que promete “precios justos”, es el primero en echarle leña al fuego inflacionario. Como en el sector de las naftas y la segmentación de las tarifas, donde las empresas de consumo masivo que iban a adherirse al programa “Precios Justos” presentaron una lista de precios donde los triplican previo al congelamiento.

Como venimos advirtiendo en Prensa Obrera, los empresarios panaderos alegan que Matías Tombolini, el secretario de Comercio, está con las molineras y presionan por la continuidad de los subsidios y las molineras alegan que el problema es el precio del pan que imponen las patronales de las panaderías y exigen la eliminación del Fondo Estabilizador del Trigo Argentino. Todos los eslabones de la cadena se echan la culpa unos a otros y es evidente que la única forma de tener un control sobre las remarcaciones de precios es abriendo los libros de toda la cadena de producción de panificados y nacionalizar el comercio exterior, para que la renta (inesperada o no) sea apropiada por la nación y reinvertida en un desarrollo productivo.

Por lo demás, la primera medida para cuidar la mesa de las familias trabajadoras debe ser un aumento general de salarios y jubilaciones, para que ninguna remuneración se ubique por debajo de la canasta básica familiar.