Políticas

14/6/2001|710

Aerolineas: Altamira denuncia hace un mes el negociado Cavallo-Eurnekian

Intervención del 10 de mayo en el recinto


Sr. Altamira.- Pido la palabra.


Señor presidente: No me voy a referir en absoluto a las características del proceso de privatización de Aerolíneas Argentinas desde 1990 hasta el presente (…) porque me parece más útil dedicar el tiempo de mi intervención no a denunciar las estafas pasadas, sino a denunciar las estafas que se traman hoy y que, en mi opinión, no están señaladas en los proyectos que han sido presentados. (Nota: uno, de autoría de Enrique Rodríguez; el otro, de IU.)


 


No hay privatizaciones buenas


Quiero decir que no comparto la idea de que Aerolíneas Argentinas fue una privatización “mala”, excepcional. (Todas las privatizaciones) se caracterizaron por una confiscación económica en perjuicio del contribuyente argentino.


Hay una regla de oro en la economía capitalista: las nacionalizaciones se pagan al valor máximo de la empresa, sea éste el contable o el de mercado; las privatizaciones se cobran al valor mínimo de la empresa, sea éste el contable o el de mercado. Los capitalistas ganan cuando se nacionaliza una empresa y los capitalistas también ganan cuando se privatiza una empresa. Mediante este procedimiento económico, el capitalismo acumula capital a través de la confiscación del patrimonio público.


Es importante refrescar esta idea porque la mayoría de los diputados aquí presentes no comparten el punto de vista de mi bancada; pero son todos defensores de la Patria. Quiero decirles que con operaciones como las privatizaciones o las nacionalizaciones, que acabo de describir, se confisca la Patria. Y cuando se presenta esa circunstancia en la que hay que optar entre el negocio capitalista y la Patria, de un modo general, los patriotas concuerdan con el beneficio capitalista y no con la Patria. Esto es lo que ha ocurrido en esta oportunidad. Esta es la naturaleza social del proceso que estamos viviendo ahora.


He dicho que me iba a detener en la estafa que se viene y no en las estafas que ocurrieron.


 


Cavallo y Eurnekián


En primer lugar, quiero leerles del diario La Nación del día 10 de mayo *es decir del día de hoy* la resolución que aprobó la Cámara de Diputados de la Nación con la firma de figuras emblemáticas del progresismo argentino, como Elisa Carrió y Alicia Castro, en la que insta al gobierno nacional a buscar, junto con su par español, los mecanismos para la normalización de las actividades de ambas compañías, de Austral y de Aerolíneas.


¡Esto es fantástico! Es interesante como fenómeno político. Las figuras p olíticas que aparecen denunciando el lavado de dinero y recogen la posta del progresismo caído, proponen un arreglo con el Estado español, cuando éste es el responsable del vaciamiento y cuando el Estado español quiere cargarnos los mil millones de deuda. Más adelante se señala que ésta es también la posición de Patricia Bullrich, es decir, arreglar con el Estado español. Lo que en general no se ha mencionado aquí es que la negociación más importante (…) se está realizando con el empresario Eurnekián (…).


Eurnekian habla de renacionalización de la empresa, naturalmente, en beneficio de él mismo. (…) Este empresario tiene como principal asesor al señor Guillermo Francos. (…) Pero, recordemos que Guillermo Francos tiene dos características: una, que es el principal dirigente político del partido dominante en la actual coalición de gobierno, que indudablemente es el partido de Cavallo. Guillermo Francos es el hombre del ministro de Economía; el hombre del ministro de Economía asesora a Eurnekián. Esto hay que decirlo en algún lugar; esto tiene que estar en algún despacho.


Guillermo Francos también es el hombre que renunció a su banca por el asco moral que le producía la situación del país pero, ¡que no se extiende parece, a Aerolíneas Argentinas! No se extiende a Aerolíneas Argentinas la repugnancia de Guillermo Francos. Es un operador político significativo; no es cualquier operador político. (…)


La mayor parte de los medios financieros que están discutiendo este problema identifican el interés de Eurnekián con un dato realmente sensible: puesto que el hombre se ha quedado con el manejo de los aeropuertos argentinos, cualquier disminución sustancial del tráfico aéreo lo perjudica enormemente. Eurnekián necesita lo que dicen los dos proyectos acá presentados: asegurar el flujo de transporte, la comunicación del país. Todo esto lo necesita Eurnekián, y lo suscribe, porque cuanto más flujo de transporte, cuanto más de esto y más de lo otro, hay más tasa de aeropuerto, más shopping.


Según Ámbito Financiero, la participación actual (de Eurnekián) en Aeropuertos Argentinos 2000 es de poco más de un 30 por ciento. A esto hay que agregar las acciones de la empresa norteamericana Ogden, sobre las cuales tiene derecho preferencial de compra a partir del 2004, lo que llevaría su participación en el negocio aeroportuario al 60 por ciento.


A partir de aquí, el hombre más interesado en el impulso al comercio y al tránsito de personas por vía aérea es el señor Eurnekián. Según BAE del 8 de mayo, Eurnekián ve como salida que la empresa se declare en quiebra y, por lo tanto, la deje libre de sus deudas, es decir, que el accionista mayoritario asuma esas deudas.


 


Quieren la quiebra


En el día de ayer o anteayer, el secretario Bastos, sorprendentemente, coincidió con esta opinión. El también ve como una salida la quiebra de una empresa y a los operadores nacionales e internacionales liberados de esa deuda. Quiero señalar que en ninguno de los proyectos de Eurnekián está ausente el operador internacional. Es decir que la renacionalización de la empresa implicaría, al mismo tiempo, su internacionalización (extranjerización).


Por lo tanto, el peligro señalado en los fundamentos del proyecto del diputado Enrique Rodríguez respecto de la política de cielos abiertos, lejos de atenuarse con la renacionalización podría verse agravado.


Quiero señalar algo poco conocido. El gobierno de Cardoso, que está en contra del Alca y que defiende al Mercosur, acaba de mencionar que la única forma en que Varig se puede expandir sería ingresando a los mercados de los Estados Unidos. Por lo tanto, en la Argentina también podría haber una alianza nacional-internacional que redunde, finalmente, en los cielos abiertos.


 


Los Bancos españoles


Respecto de esto, quiero agregar algo más. ¿Cuál es la garantía del Estado español? ¿Cuál es la garantía de la Sepi? Hasta hace pocos días la Sepi era la dueña de Iberia. Pero Iberia fue privatizada; la Sepi no representa más a Iberia y (ésta) fue entregada a los “pulpos bancarios españoles” y a dos compañías aéreas internacionales. Los “pulpos bancarios” son: la Caja de Madrid, el Banco Bilbao-Vizcaya, El Corte Inglés y Ahorro Corporación. Hago este señalamiento, señor presidente, porque los bancos españoles fueron los que por ese mecanismo del autopréstamo cedieron los fondos a Iberia para comprar Aerolíneas, hipotecando su flota de aviones. Ellos ahora son los dueños de Iberia; no el Estado español.


La ministra Bullrich, el secretario general del Sindicato de Técnicos y la propia Elisa Carrió podrán viajar a Madrid, pero discutirán con la Sepi, que no es la dueña de Iberia y que no respalda con los activos de Iberia sus deudas en Aerolíneas Argentinas.


Quiero decir que estamos ante un negociado en puerta: la entrega de la empresa a un sector que, con esto, va a formar un monopolio “interesante”, porque va a dominar el sistema aéreo y el sistema aeroportuario *las estaciones*, y un sector que ya tiene inversiones en empresas aledañas como Southern Winds. En la práctica, Iberia actúa como una tercerizadora en Aerolíneas. Esto lo habrá notado aquel que haya comprado un pasaje en Aerolíneas y lo haya transferido a Southern Winds por la misma tarifa, aunque la capacidad de los aviones es completamente diferente, lo cual constituye un desfalco al consumidor o al viajero argentino.


En definitiva, señalo que tampoco se puede disociar esta negociación del hecho de que los Estados Unidos acaban de proponer, con el acuerdo del ministro de Economía, que tiene las riendas de este gobierno, el inicio de una negociación bilateral con vistas a ampliar el Nafta hacia la Argentina (…).


Aunque no viene al caso, ya que hay mucha confusión al respecto, permítanme decir que el objetivo de esta asociación no es producir el libre comercio, sino facilitar el apoderamiento de las empresas latinoamericanas por parte de las empresas norteamericanas que, con el tratado, verían abierto el mercado de Estados Unidos.


 


El arbitraje del Estado


No es un tratado de libre comercio, sino fundamentalmente un tratado que privilegia al capital norteamericano para apropiarse de las riquezas, ramas de producción y empresas de las naciones latinoamericanas.


En este contexto, la negociación de Aerolíneas entra perfectamente en juego. Por esa circunstancia, quiero señalar esto: la función de recuperar la acción de oro (Nota: propuesta del proyecto de Enrique Rodríguez) significaría otorgar al Estado argentino la capacidad de negociar; pero, ¿en qué términos? En los términos en que está negociando ahora.


La recuperación de la acción de oro, y no digo que no haya que recuperarla, da un poder de arbitraje a un Estado que está dispuesto a consumar un segundo negociado. Es, por lo tanto, insuficiente. Más profundo es el planteo formulado por los tres compañeros del socialismo auténtico y de Izquierda Unida: el problema de la reestatización bajo control obrero.


¿Cuál es el reparo a este planteamiento? Lamentablemente, no tuve oportunidad de discutirlo con ellos con antelación.


Cuando en 1990 Aerolíneas era estatal, tenía 14 aviones propios. Ahora, tiene 48 en leasing. De lo que acá se trata es de recuperar la vieja Aerolíneas con sus 24 aviones, y no vacía, porque entonces el capital de trabajo, la renovación de la flota, etcétera, lo va a pagar el contribuyente argentino y va a ser una nueva manifestación de confiscación económica.


Acá hay que meter una comisión investigadora en los términos de la propuesta que hice la semana pasada, para ver la complicidad de los bancos españoles y las fortunas personales de los accionistas.


El Estado argentino debe intervenir para reapropiarse de lo que es suyo, en forma integral. No debe seguir haciendo concesiones a la banca española, como va a ocurrir ahora cuando la llamada banca local se quede con el 60% del megacanje a una tasa de interés del 13 ó 14% anual; es decir, a tasas usurarias. El propio Banco Ciudad *y sobre esto volveremos en alguna otra sesión* también entra en el megacanje a tasas usurarias. El Banco de la Ciudad de Buenos Aires está especulando contra el Estado nacional.


Entonces, debiera hacerse un planteo más profundo. Naturalmente, hay dos proyectos. Quiero señalar las limitaciones que tienen. En primer lugar, no serían contradictorios con la negociación en marcha (con Eurnekián). Es cierto que tienen una serie de reclamos respecto de los trabajadores y otros aspectos totalmente loables, pero tienen una limitación: la entrega del poder de arbitraje, de negociación, a un Estado que no está actuando soberanamente, cuyo ministro de Economía tiene que negociar con los Estados Unidos y está sometido al chantaje de la deuda externa. (…)


De manera que se votarán los proyectos que se voten, la posición del Partido Obrero quedará fijada en al Diario de Sesiones, pero si tuviéramos la posibilidad de hacer un planteamiento, iría más en profundidad, sería para ahondar en el tema de estas denuncias, señalarlas explícitamente. (El planteo) del ala progresista del Congreso nacional, cuyos términos son abstractos y ambiguos, en realidad está favoreciendo un nuevo negociado con una empresa que ya ha sido vaciada más de una vez.