Políticas

19/11/2009|1109

“Ahora nos damos cuenta de la fuerza que tenemos”


– ¿En qué situación está el conflicto?


Celia: Estamos retomando la lucha, juntando fuerzas y peleándola nuevamente como al principio. Pero ahora tenemos otra experiencia. Aprendimos. Ya no somos los mismos que empezamos a pelear sin saber absolutamente nada, ahora estamos más decididos a ganar. Hoy quedamos 53 afuera, pero peleándola para que entremos todos y que no vuelva a pasar lo que nos pasó a nosotros.


Estamos más firmes que nunca. No vamos a bajar los brazos. Estamos manteniendo asambleas entre los despedidos y los compañeros de adentro. El viernes hicimos una asamblea con organizaciones y se planteó la posibilidad de empezar nuevamente las marchas porque, para el ministerio, los 53 que estamos despedidos seguiremos despedidos. Somos un “caso cerrado”. Sólo aceptan discutir los ocho nuevos compañeros despedidos, porque estaban suspendidos. Para nosotros, así lo discutimos, la lucha es por todos. El miércoles convocamos a todas las organizaciones, para hacer una marcha lo más masiva posible. Para que el Ministerio y la empresa vean que esto no quedó en un rinconcito y olvidado, que no es, como dice el ministerio, “asunto resuelto”.


Tenemos que seguir peleando.


Karina: Celia y yo estuvimos todos los días de la lucha adentro de la fábrica, y somos mamá y papá a la vez. La verdad, nos costó un montón. Después de la represión estuvimos también y fue una experiencia muy fea. Hasta ahora, yo no puedo hablar en ningún lado porque me pongo a llorar, Celia es más fuerte que yo, pero las dos recién ahora nos estamos dando cuenta de toda la repercusión que tuvo; porque estando ahí adentro no sabíamos nada. Recién nos damos cuenta de la fuerza que tenemos. Y vamos a seguir luchando hasta que nos reincorporen.


Celia: Ser mujer y mamá es un poco más difícil, pero creo que las mujeres peleamos a la par de los hombres, de nuestros compañeros, peleamos los dos iguales, los dos somos trabajadores. El hombre y la mujer, hoy por hoy, cumplimos el mismo rol. A veces a las mamás nos es un poquito más difícil por ser, como dice Karina, mamá y papá a la vez. Es más doloroso tal vez en un sentido, porque hay que contener a los chicos, salir a la calle, buscar el pan. Pero creo que hombre y mujer vamos los dos de la mano, creo que no existe una diferencia. Por lo menos en lo que nos tocó vivir en la represión, ligamos mujer y hombre por igual.


– ¿Qué les parece la Conferencia?


Celia: Como dice Karina, nosotros recién estamos cayendo con la ayuda, con el apoyo, con la repercusión que tuvo nuestra lucha. Es una sensación de alegría, orgullo, una mezcla de sensaciones que no sé definir bien. Lo que se planteó en la Conferencia a mí me parece bárbaro. Como dije cuando hablé, el gobierno quiere separar cada conflicto, plantear cada lucha por su lado, individualmente. Y no es así. No estamos separados. Acá nos estamos juntando con docentes, sanidad, el Subte, telefónicos, un montón de gremios. Es una pelea que solamente nosotros, los obreros la sabemos y podemos defenderla en base a nuestras convicciones, porque sabemos lo que es la necesidad de un trabajo y la importancia de mantenerlo; y el orgullo de demostrarles a nuestros hijos que estamos día a día construyendo con el sacrificio de uno, ¿no? Que nadie nos regala nada y que sabemos defenderlo. Por esa misma razón estamos todavía de pie. Por eso no me canso de agradecer la solidaridad de los demás trabajadores, de los estudiantes, de todos. No hay palabras que expresen el sentimiento que tenemos. Es increíble todo lo que se originó, lo que estoy viendo ahora, lo que recién me estoy dando cuenta ahora.