Políticas

12/8/2004|863

Ahora que somos Liberia se acuerdan de la azul y blanca

¿“Refundación de la Marina Mercante"? ¿Los decretos de Kirchner “devuelven… la plena soberanía en los mares y ríos argen­tinos", como reza la solicitada de las burocracias sindicales de los gremios marítimos? ¿Vuelven al patrimonio nacional las flotas desmanteladas de Elma, YPF o YCF? ¿Se investigarán las privatizaciones fraudulentas y se obligará a sus beneficiarios a reinte­grar siquiera los barcos?


Nada de eso. El gobierno no ha revertido ninguna medida prívatizadora de la era menemn-kirchnerísta. Tan sólo derogó la norma que posibi­litaba a los barcos nacionales operar bajo otra "bandera"; es decir, el dere­cho patronal a violar las condiciones salariales y laborales vigentes en el país y aplicar en un lugar las de un tercero. Lo que la burocracia sindi­cal festeja, entonces, es la sanción legal de un hecho ya consumado por la devaluación y la reforma laboral Banelco: ahora que somos Liberia.


¿Qué necesidad hay de recurrir a un régimen laboral diferente?


Aunque la Cámara patronal na­viera dijo que “complica un poco la situación” (El Cronista, 3/8), “se mostró a favor de la derogación (Clarín, 5/8). Es que a las patronales que vuelvan a actuar bajo "bandera nacional” se las autoriza a arrendar buques en el exterior bajo un siste­ma de importación temporaria, como ya había ocurrido en la última etapa del menemismo (y luego se derogo), es decir, sin pagar un mango de im­puestos. Encima, la medida otorga un plazo de dos años para "normalizar" la situación.


Tenemos una medida entonces que consagra la refundición de la marina mercante.


Para los trabajadores marítimos es hora de luchar por mejores condiciones salariales y laborales, no de festejar.