Políticas

23/3/2011|1169

Al destituido Lompizano, Garré lo había ascendido

El jefe de la Superintendencia de Seguridad Metropolitana de la Policía Federal, comisario mayor Hugo Lompizano, fue relevado de su cargo por orden de la ministra Nilda Garré.

El comisario era jefe de Operaciones de la Federal en el momento de la muerte de Mariano Ferreyra.

A su cargo estaba la sala de operaciones del Departamento Central de Policía. En ese lugar, funcionan las pantallas en las que los altos mandos de la Federal observan en tiempo real los operativos de seguridad que se despliegan sobre el terreno. En el juzgado de Susana Wilma López comprobaron que en el registro visual del procedimiento sobre las vías del ferrocarril Roca faltan seis minutos de grabación: en ellos, se produjo el ataque contra los tercerizados en el que fue baleado Ferreyra. También su celular aparece mezclado en los entrecruzamientos de llamadas realizadas aquel día.

Lompizano siguió su carrera como protagonista del violento desalojo del Indoamericano, aunque tampoco en esa causa fue procesado. Su relación con el crimen de Mariano Ferreyra era detalladamente conocida por Cristina Caamaño, la fiscal de la causa al momento de asumir como viceministra de Seguridad. Su jefa la ministra Garré, premió a Lompizano nombrándolo jefe de la Superintendencia Metropolitano de la Federal, quedando bajo su mando nada menos que las 53 comisarías emplazadas en territorio porteño.

En ese cargo, tambaleó públicamente cuando, a principios de marzo, en los allanamientos ordenados por la jueza federal María Servini de Cubría por el delito de trata de personas, se allanaron 46 locales bailables y prostíbulos en Recoleta y Bajo Flores. En el operativo, se excluyó preventivamente a la Federal, por la posible connivencia con los prostíbulos de parte de las comisarías a cargo del premiado comisario.

Pero todos estos antecedentes no gravitaron tanto como el hecho de que comenzó a mostrar su disconformidad con Garré: “…hablaba mal de la gestión, tiraba piedras en el camino, pateaba en contra todo el tiempo” (Página/12, 17/3).

Es este punto el que condujo a la baja de Lompizano de la fuerza y no su responsabilidad en el crimen de Mariano Ferreyra, circunstancia sobradamente conocida por la ministro de Seguridad y la subministro hace más de cuatro meses.

Su desplazamiento deja al desnudo el encubrimiento previo y la banca de Garré, respecto del accionar de la Policía Federal en el crimen de Mariano y del Indoamericano.