Al XIX Encuentro de la Mujer
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Este fin de semana miles de mujeres se reunirán en el XIX Encuentro de Mujeres de Mendoza.
La presencia masiva de luchadoras en el Encuentro refleja el sostenido protagonismo de las mujeres en el proceso abierto con el Argentinazo.
Las piqueteras que han cortado todas las rutas del país en lucha contra el hambre y la desocupación; las que arrancaron trabajo genuino a las empresas petroleras de Caleta 01ivia;las docentes y estatales en lucha salarial; las que se organizan contra la inseguridad y el gatillo fácil; las que luchan por la vivienda; las jóvenes de las barriadas; las estudiantes que han salido a la calle para defender el presupuesto educativo, estarán presentes. Esto a pesar de los costos altísimos del pasaje, y a pesar de que hasta último momento estaba en duda el alojamiento de las compañeras por el descarado sabotaje de la Gobernación -que acusó recibo de la presión clerical y retaceó las escuelas públicas para evitar que Mendoza se llenara de luchadoras.
Hoy nos enfrentamos a un gobierno que se presentó como nacional y popular pero que ha pagado 8.000 millones de dólares al FMI y se prepara para pagar 20.000 millones de pesos en 2005. Un gobierno que destina uno k cada cuatro pesos de los recursos nacionales a pagar la deuda, mientras la mitad de la población está bajo la línea de la pobreza, mientras hay 4 millones de desocupados y cuando catástrofes como la de Carmen de Patagones revelan un agudo proceso de disolución social extremo.
Nos enfrentamos a un gobierno que se presenta como progresista pero que cerró filas con el clero y el Vaticano para mantener la prohibición del aborto y el monopolio clerical de la educación.
El pacto Kirchner-FMI-clero expresa un agravamiento general de las condiciones de miseria de la población, un ataque a las libertades democráticas y un avasallamiento a los derechos de las mujeres.
En este cuadro, Kirchner no podría tolerar que diez mil mujeres nos reunamos con real libertad en un Encuentro que recoge las más importantes experiencias de lucha. Necesita regimentarlo, y ha utilizado los recursos del Estado para entregar a las organizaciones cooptadas por el gobierno 2.000 pasajes gratuitos. De los municipios se han fletado micros con el mismo propósito.
La FTV, la CTA, Barrios de Pie sostienen sin avergonzarse que Kirchner comenzó a cumplir las demandas que el pueblo planteó en el Argentinazo, que se enfrenta al imperialismo y que defiende los derechos humanos. Eso, mientras hay decenas de presas y presos políticos encarcelados por luchar contra el hambre y por trabajo, mientras avanza la legislación represiva en todos los códigos de faltas y en la Capital Federal.
Por su parte, la Iglesia ha montado cadenas de oración y entrenado a sus cuadros para que lleven a los talleres la voz del Vaticano. O sea, para predicar que las mujeres debemos abandonar la lucha política y reivindicativa y volver al hogar. Responsabilizan a la mujer luchadora por la destrucción de las familias, es decir, a aquellas que han salido a pelear contra el hambre y la desnutrición formando comedores y merenderos de una punta a la otra del país. A las mujeres que han salido a enfrentar a las policías del gatillo fácil. Que han denunciado los crímenes de los hijos del poder, como en Santiago del Estero.
Las luchadoras, en primer lugar las nucleadas en el Plenario de Mujeres Trabajadoras, tendrán la responsabilidad de defender una vez más la autonomía del Encuentro contra los intentos del gobierno y de la Iglesia de convertirlo en una farsa oficialista. Actuar de voceras de las compañeras que el gobierno mantiene presas. La causa de la libertad de todos los presos políticos y el desprocesamiento de todos los luchadores debe ser el gran centro del Encuentro, e impulsar una vigorosa campaña para lograr ese objetivo.
El Plenario de Mujeres Trabajadoras llega a Mendoza después de meses de trabajo preparatorio, que se ha expresado en preencuentros regionales -en Capital, Gran Buenos Aires, Pehuajó, Cuyo, Neuquén y Río Negro, el NOA, Córdoba, Santa Fe- en los que participaron más de un millar de compañeras del movimiento sindical, de la juventud, de las asambleas del Polo, de los barrios… Hubo cientos de charlas y debates en todo el país, y cientos de actividades para costear los pasajes. Estamos desarrollando una organización revolucionaria de la mujer trabajadora que, como tal, constituye un objetivo estratégico.
Los reclamos sociales, de género, políticos y morales de la mujer deben encontrar expresión en un programa de acción. Las piqueteras van a impulsar en los talleres un plan de lucha y van a alentar todas las iniciativas y compromisos que permitan avanzar en esa dirección.
Rechazamos el pacto entre Kirchner, el FMI y el clero.
Libertad a los presos políticos.
No al pago de la deuda y al tarifazo.
Exigimos un salario mínimo de 800 pesos y 360 de emergencia para los desocupados.
Exigimos nuestros derechos maternales y nuestro derecho a la anticoncepción y al aborto.
Llamamos a acabar con la violencia hacia la mujer, a excluir del hogar al violento y a organizar comisiones de defensa de las mayores.
Denunciamos la masacre imperialista en Irak y exigimos el inmediato retiro de las tropas imperialistas de ese país, y de los soldados argentinos de Haití.