El ascenso de la votación al FIT-U en Almirante Brown, en sintonía con los resultados del resto del conurbano, nos colocó en el tercer lugar a nivel distrital, casi duplicando los votos de 2019. Se trata de una elección sin precedentes que nos pone ante el desafío inmediato de conquistar, por primera vez en la historia del municipio, una banca de izquierda y socialista en el Concejo.

La derrota del gobierno en todo el país y en la provincia de Buenos Aires tiene fundamentalmente su explicación política en el fuerte ajuste que viene aplicando desde 2019, decepcionando a amplios sectores de las masas cuando había prometido terminar el ajuste de Macri. La orientación ajustadora de los Fernández y Kicillof, en favor del FMI y las patronales, tiene como consecuencia un aumento de la pobreza, de los despidos y de la precarización laboral, que afecta a un sector mayoritario de la población del distrito de Almirante Brown.

El gobierno eligió al intendente de Almirante Brown, Cascallares, como una figura de “peso” para reforzar la lista del Frente de Todos. Cascallares puso su nombre de modo testimonial como primer candidato a diputado provincial por la tercera sección. El triunfo del oficialismo en la tercera sección, la única en la que ganó, no debe ocultar que perdió cientos de miles de votos. Esto tuvo una expresión particular en Almirante Brown, donde pasó de un 61% en 2019 a un 45% en estas Paso, perdiendo casi 90 mil votos. Es así que la derrota del Frente de Todos expresa también un pronunciamiento contra las políticas de ajuste que aplica el intendente de Almirante Brown.

Los macristas de Juntos llegaron a un 29%, perdiendo 13 mil votos, lo que demuestra que no pudieron canalizar la pérdida de votos del FdT en el distrito. Lejos y en un quinto lugar quedó la lista de Randazzo y Carolina Castro, dueña de la autopartista Guidi ubicada en la localidad, donde sus obreros denuncian las presiones patronales para aumentar los ritmos de producción y aplicar la multiplicidad de tareas.

La campaña del Frente de Izquierda – Unidad

La extraordinaria votación del FIT-U estuvo antecedida por una gran campaña política que se desarrolló y centró en los principales problemas de los barrios obreros de Almirante Brown: el sistema sanitario, la falta de urbanización, el abandono edilicio de las escuelas, la escasa asistencia social para las familias en situación de vulnerabilidad, la ausencia premeditada del estado en relación al acompañamiento de las víctimas de violencia de género, etc. Uno de los puntos más álgidos de nuestras actividades pre electorales fue la visita a la fábrica Guidi, con Néstor Pitrola, en la cual la patronal intentó impedirnos el contacto con los trabajadores, pero fracasaron; la simpatía y el acompañamiento de estos hacia nuestros planteos se impuso.

Una consideración especial merecen los compañeros del Polo Obrero que impulsaron y militaron estas campañas dándole una extensión en todo el distrito, y que los punteros descompuestos del pejotista Cascallares intentaron frenar con amenazas con armas de fuego. La respuesta de un masivo acto en Longchamps fue una respuesta contundente del Partido y el Polo Obrero frente a estas patoteadas mafiosas. Con más de 150 fiscales en todo el distrito, la mayoría compañeros del Polo Obrero, se coronó una gran campaña política, donde se evidenció el compromiso político de estos compañeros en defensa de un voto de independencia de la clase.

¡Metamos a la izquierda en el Concejo!

Los guarismos más importantes del FIT-U fueron alcanzados en las localidades de mayor concentración obrera y donde el ajuste ha golpeado con mayor fuerza: como Don Orione, San José, Glew y Longchamps. En esta última localidad, donde no hay urbanización, abunda el hambre y la pobreza y el Polo Obrero tiene un enorme desarrollo, el FIT-U obtuvo un destacado 8%.

Se desprende de esta enorme elección la necesidad de reforzar nuestra campaña por todos los reclamos de los laburantes de Almirante Brown, en los barrios, las escuelas y los lugares de trabajo, para romper por primera vez en la historia con el monopolio del PJ y la oposición patronal sobre el concejo deliberante y conquistar una banca obrera y socialista, al servicio de las luchas.

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