Políticas

25/4/2019

Alperovich, mucho más que un comentario ofensivo

Esta semana, Tucumán fue nuevamente noticia por las expresiones misóginas del ex gobernador y actual senador nacional y candidato José Alperovich contra la periodista Carolina Servetto, de “La Gaceta” Play, en un programa televisivo. 


El senador y actual candidato a gobernador en la provincia realiza en la entrevista algunos comentarios despectivos y otros sobre el aspecto físico de la periodista ("Siempre volvés para atrás, me haces acordar a mi señora vos", "Es muy lindo el lugar. Como esta chica que me encanta, es el perfil que a mí me gusta"; “la puedo mirar más tranquilo a esta preciosura”, etc.).


Esta posición, motivo de repudio generalizado, no constituye un hecho novedoso en la provincia siendo que Alperovich durante sus 12 años montó un régimen misógino y de impunidad que tiene su continuidad con el actual gobernador Juan Manzur. Aunque actualmente Alperovich compite con este último en la interna del PJ, ambos son responsables de un mismo régimen de impunidad. Alperovich era la carta de CFK en la provincia hasta que restableció negociaciones con el “celeste” Manzur.


El caso de Marita Verón puso a la luz la vinculación de Alperovich con los Ale, responsables del secuestro y desaparición de la joven, y la proliferación del juego privado en la provincia y sus asociados: los kioscos de drogas y los prostíbulos.


En el caso del crimen de Paulina Lebbos  participó  del encubrimiento del crimen y puso en pie todo un sistema de impunidad para protegerse y blindar a todo el sistema político descompuesto. El reciente juicio que condenó a funcionarios de su gobierno demostró este armado.


Es el mismo gobernador, junto a todo el arco político patronal de la provincia, que bloqueó la adhesión la Ley Nacional de Salud Sexual y Procreación Responsable y la implementación de la Ley de Educación Sexual Integral. De esta manera, es uno de los que puso en pie la actual orientación institucional que educa y socializa en el menosprecio a la vida de las mujeres y niñas. De hecho, como senador, votó en contra de la legalización del aborto.


El desprecio hacia las mujeres es una marca del poder político tucumano. El año pasado, en el marco del debate sobre la legalización del aborto, la legislatura tucumana declaró a la provincia como “pro-vida” como gesto hacia el clero. En las huellas de esa resolución figuran legisladores justicialistas, radicales y de todos los demás partidos patronales. En la misma línea, a Lucía la niña de 11 años abusada  se le denegó recientemente el acceso a la interrupción voluntaria del embarazo.


Desde el Partido Obrero y el Plenario de Trabajadoras hemos hecho llegar nuestra solidaridad a Carolina Servetto y sus compañeros y nos comprometemos a llevar la denuncia a los distintos ámbitos en los que intervenimos.