Políticas

29/2/2020

Altamira se coloca junto a Negri y la defensa de los privilegios de los jueces

Acerca de la sesión del 27 de febrero en diputados.

La publicación que orienta Jorge Altamira ha salido a atacar a los diputados del Frente de Izquierda por haber dado quórum a la sesión del pasado 27 donde estaba a votación el régimen jubilatorio privilegiado de jueces y magistrados.


Las variantes respecto al quórum de esa sesión eran solo dos: bajar al recinto o no y acompañar así la decisión del bloque de Juntos por el Cambio (UCR, Pro y la Coalición Cívica). Para Altamira no había que haber bajado, quedando así en un frente común con Negri.


Para nuestros críticos no dar quórum está elevado a la categoría de una premisa inamovible para un revolucionario en el parlamento. Lo que hay que evaluar es qué consecuencias tiene darlo y cuáles no darlo.


En la sesión se expresó una fractura del régimen político en relación con el tema de las jubilaciones de privilegio. No se puede prescindir a la hora de caracterizar los choques y definir la táctica a seguir de una caracterización de quiénes están al frente y detentan la dirección política de cada uno de los campos en pugna.


Está claro que el gobierno pretende utilizar un recorte -además trucho- de los privilegios a los jueces como pantalla para avanzar sobre los regímenes especiales de varios colectivos obreros. Pero esa política no se combate actuando como furgón de cola de las maniobras de la oposición. ¿Qué hubiera pasado si naufragaba el proyecto como resultado de la iniciativa de los Negri, como ocurre en este caso? Eso hubiera dado pie a mayores condicionamientos desde la derecha y no al fortalecimiento de la acción popular. Eso es lo que ocurrió con la frustrada resolución 125, en conflicto con el campo en 2008, que contribuyó a que levante cabeza la oposición demagógica derechista (que oficiaba como portavoz de los ruralistas).


En su diatriba contra la acción del FIT dicen que “cortito: dieron quórum al FMI”. La 125 y la estatización de la Afjp también estuvieron colocadas en el terreno del pago de la deuda, eso no significa que debíamos sostener la jubilación privada y la menor carga tributaria a los pools sojeros para no quedar en el campo del FMI y los bonistas. 


¿Quiere decir que, al no dar quórum, Juntos por el Cambio se colocó en contra del FMI? Todo lo contrario, en esta oportunidad se hubiera valido del resultado favorable de hacer naufragar la sesión para reforzar las presiones en el sentido de limar asperezas y remover obstáculos en la renegociación de la deuda y acelerar un acuerdo con los bonistas y el FMI. Todo esto no existe en la crítica que hace la publicación de Altamira; en forma fantasiosa se hace la película de un escenario de la crisis que hubiera resultado del fracaso de la sesión sin considerar ni mencionar, ni insinuar el escenario alternativo. Asombra tamaña despolitización e irresponsabilidad.


Altamira se colocó objetivamente en el campo de los privilegios de los jueces que pretenden mantener quienes no bajaron a la sesión. Juntos por el Cambio amenaza, ahora, con ir a la justicia contra el “quórum trucho”, colocando de paso a la justicia como juez y parte en una causa que en la cual es parte interesada, y así deshacer la sesión. Altamira, si es consecuente, tiene que avalar la presentación que va a hacer la derecha.


Una política revolucionaria


Los diputados del FIT decidieron bajar al recinto y dar una batalla. Hicimos una formidable agitación política con un dictamen propio que atacó todo el sistema de privilegios de Presidente, Vice, Corte, Obispos, Diplomáticos, Jueces, elementos custodios de un régimen de explotación como textualmente denunció Romina Del Plá en su intervención, y además hemos colocado una bandera estratégica para toda la lucha del gremio judicial con el proyecto de ley que armó la bancada junto a los compañeros de la lista Bermellón..


Esto fue señalado con fuerza por el compañero Facundo Miño de la agrupación clasista Bermellón de Judiciales en la audiencia pública por las jubilaciones que organizó el Partido Obrero al día siguiente en el Congreso. “El proyecto de Romina llegó para quedarse como bandera de la organización clasista de los judiciales”, dijo el compañero, poniendo de relieve además que el proyecto de llevar el 82% a los trabajadores judiciales, que fue parte del dictamen en minoría, que elaboramos con Del Caño y el PTS,  junto con la derogación de todos los privilegios, fue una acción común de la banca parlamentaria con los trabajadores, que es lo que distingue una acción parlamentaria revolucionaria y socialista. Como sostiene Facundo en prensaobrera.com: “está planteado un gran movimiento de lucha por la extensión del 82% móvil para todos los judiciales, cuya financiación recaiga sobre la patronal y no sobre el aporte personal de los judiciales, por lo que el proyecto del FIT será una bandera lucha para todo el gremio” .


Los escribas de Altamira dicen que no hablamos de que atrás venía la modificación de los regímenes especiales de varios colectivos obreros.  Fuimos los primeros y únicos en decirlo e incluso Romina Del Plá tuvo una confrontación directa sobre el punto con los funcionarios del gobierno, en la reunión de comisiones del día previo: cuando estos trataron de desmentir que fuese esa la intención Romina los hizo callar con la simple lectura de los fundamentos por ellos escritos.


Haber presentado el dictamen en minoría fue un gran acierto porque nos permitió desenmascarar que el proyecto oficial era un maquillaje ya que se sostienen los privilegios de los jueces que seguirán cobrando el 82% del promedio de los últimos 10 años actualizado (algo que no sucede con el conjunto de los trabajadores y tampoco con los judiciales). Y establecer una derogación efectiva de los privilegios. Nos sumó a una acción común con los trabajadores judiciales fortaleciendo a la fracción clasista del gremio. Al abstenernos con nuestro propio dictamen no quedamos atrás de la política oficial ni acompañamos a la derecha que defiende los intereses de la corporación judicial. Nuestra actitud en el congreso no es ajena a la campaña contra el ataque a los jubilados que venimos desarrollando como partido, una muestra de lo cual fue la masiva audiencia pública que Romina Del Plá como diputada del Partido Obrero en el FIT convocó este viernes 28, que fue el punto de partida para poner en pie una movilización masiva de los jubilados contra el gobierno.


Con el dictamen en minoría y la abstención establecimos una política de independencia obrera que nunca jamás hubiéramos podido llevar adelante como furgón de cola Negri, Macri, Carrió o Piumato.


Las críticas de Altamira al FIT hablan de él más que de nosotros. Se trata de una profundización del derrape de él y su grupo. Pasaron de hacer campaña electoral con el “fuera Macri” para sumarse a una maniobra de la derecha. No tienen rumbo.