El episodio de salud sufrido por la presidenta de la Nación ha dejado al desnudo el vacío de la construcción política del kirchnerismo, el cual se manifiesta ahora en la crisis que provoca la sucesión temporal de Amado Boudou y, en forma sucesiva, de Beatriz Rojkes. En tanto que a Cristina Kirchner la caracteriza el arbitraje personal de los conflictos que acosan al gobierno, tanto hacia afuera como hacia adentro, el vicepresidente es una suerte de cero a la izquierda, cuestionado en la Justicia y carente por completo de autoridad. La desintegración del oficialismo prosigue sin pausa y el arbitraje de Cristina Kirchner se deterioria, con una capacidad decreciente para cabalgar la crisis financiera.

El alcance político del apartamiento temporal de la Presidenta otorga una importancia todavía mayor a las elecciones del domingo 27 de octubre, porque el Congreso será llamado a cumplir un papel especial a la transición política de aquí en adelante. Si el Congreso sigue en manos exclusivas de los partidos tradicionales -todos partidarios de alguna variante de la devaluación del peso y del ‘ajuste’-, el desenlace del vacío de poder que ha quedado al desnudo será decidido contra los mejores intereses de los trabajadores.

La llamada ‘derecha’, tanto afuera como adentro del gobierno, ya se encuentra ‘operando' en esta dirección. La situación que se ha creado refuerza la importancia de que los trabajadores y la ciudadanía voten al Frente de Izquierda y de que el Frente de Izquierda ingrese al Congreso de la Nación.

Llamamos a toda la militancia del Frente de Izquierda, así como a todos sus simpatizantes y amigos, a reforzar la campaña electoral y a reunir una masa suficiente de fiscales para asegurar la limpieza del recuento de los votos y de la elaboración de las actas del escrutinio.

8 de octubre de 2013