Políticas

21/3/2001|699

Anulación del punto final y la obediencia debida, perpetua a los asesinos

El juez Cavallo dictaminó la inconstitucionalidad de las leyes de Obediencia Debida y Punto Final; los responsables por crímenes de lesa humanidad no pueden ser beneficiados con ninguna ley amnistiadora.


El fallo de Cavallo tiene efectos sobre la situación de 11 represores involucrados en el secuestro de un matrimonio y su beba en noviembre del ‘78; el robo de bebés, dice el juez, supone la desaparición de sus padres. Es esta verdad tan sencilla y elemental la que puso de manifiesto el fallo de Cavallo.


Fuera De la Rúa-Jaunarena


El rechazo del gobierno al fallo vino de Jaunarena, el ministro de Defensa, el mismo hombre que ocupó ese ministerio cuando Alfonsín impulsó las leyes de impunidad.


Por eso, el fallo de Cavallo sólo podrá tener alcance mediante un plan de lucha, o sea, una movilización consecuente. Cualquier confianza en la Justicia sería mortal. Las instituciones del Estado lo transformarán en un expediente muerto. También por este motivo la movilización del próximo 24 debe enfrentar al gobierno de la impunidad. De la Rúa y su Secretaría de Derechos Humanos no son aliados, sino enemigos.


El Partido Obrero llama a redoblar la apuesta y reventar la Plaza de Mayo con una masiva marcha piquetera.