Políticas

3/10/2002|774

Argentina, el único país que está pagando la deuda

El miércoles pasado, el ministro Roberto Lavagna le dijo a los corresponsales extranjeros algo que el lector de Prensa Obrera ya sabía: que el gobierno argentino paga, incluso anticipadamente, no sólo los intereses sino hasta el propio capital de la deuda externa.


Dijo Lavagna: “Se presenta a la Argentina como un país en default, y esto no es tan así. En primer lugar, porque Argentina ha cumplido estrictamente con todos los organismos financieros internacionales (se refiere al FMI, Banco Mundial y el BID). En segundo lugar, porque está pagando los préstamos garantizados (se refiere al canje de Cavallo que está en manos de bancos y Afjp). En tercer lugar, porque le está pagando a todos los inversores los Boden – en agosto se pagaron más de 50 millones de dólares en dólares billete. Porque hemos hecho un rescate de deuda, lo cual equivale a un pago completo incluso del capital, no sólo de los intereses, por 1.800 millones de dólares a través de la aceptación de pagos de impuestos con títulos. Eso implicó en lo que va del año haber rescatado 1.800 millones de deuda…”.


Al día siguiente Lavagna volvió sobre el tema para aclarar que los pagos de la deuda sumaban 3.800 millones de dólares, y no 3.400 millones como había dicho el día anterior, “porque no había incluido algunos pagos de semanas anteriores”.


En estos números, Lavagna no incluyó pagos de intereses y de deuda de bancos y empresas privadas por unos 3.000 millones de dólares que fueron autorizados por el Banco Central.


A esos 6.800 millones de dólares, hay que sumarle la fuga de capitales que fue financiada por el Banco Central con los redescuentos a los bancos. Por eso, según el gobierno, “en seis meses se fueron todos los dólares del superávit comercial”, que sumó 8.574 millones de dólares, y además “el Banco Central perdió 5.283 millones de dólares”. Aun así “la deuda externa aumentó en 1.600 millones de dólares” (Clarín, 27/9).


Como se ve, el tan cacareado “default” pretende ocultar que en sólo 6 meses hubo una salida de capitales de casi 14.000 millones de dólares: un verdadero récord.


Aun así, la gran burguesía nacional, en especial la exportadora, dice que “una eventual cesación de pagos con los organismos multilaterales – FMI, Banco Mundial y BID – cerraría por completo las pocas líneas de crédito que aún recibe la Argentina…” (La Nación, 26/9).


Luis Pagani, mandamás de Arcor y presidente de la Asociación Empresaria Argentina (AEA), que reclama la estatización de sus deudas con el exterior, “pidió que se paguen los vencimientos con el BID y el Banco Mundial con las reservas del Banco Central, pese a que éstas se precisan para sostener el peso” (La Nación, ídem).


Los exportadores pugnan por una quiebra de las reservas monetarias para forzar al gobierno a establecer el seguro de cambios a su deuda externa.