Políticas

11/9/1998|600

Argentina, un gran Cutral Co

Hasta hace muy poco los pulpos petroleros prometían transformar a la Argentina en una ‘potencia energética’. Ahora, en cambio, anuncian que las exportaciones de petróleo y sus derivados caerán este año un 30% (alrededor de 1.000 millones de dólares), y que podrían caer mucho más en el futuro. Lo mismo ocurre con la producción, pues “con estos márgenes no conviene seguir operando” (La Nación, 27/8). En la cuenca de San Jorge en el norte santacruceño y en el sur chubutense, “YPF mantiene sólo 6 de los 14 equipos de operación que estaban operando el año pasado” (Ambito, 6/8): “a nivel país la perforación de YPF se reducirá en 38% este año” (ídem). El principal ejecutivo de PanAmerican Energy (una fusión de la ex-Bridas con la norteamericana Amoco) declaró que “por largo tiempo habrá que olvidarse de los impresionantes logros obtenidos tras la desregulación” (Bae, 27/8).


El entreguismo menemista termina, debido a la caída de los precios internacionales del petróleo crudo, peor que la ‘batalla del petróleo’ frondizista del ‘59-‘60 y que el ‘plan Houston’ —aún vigente— de Alfonsín. Se ha completado el círculo del latrocinio nacional en materia petrolera.


Desnacionalización


El resultado de este derrumbe ha sido la virtual desaparición de “las petroleras locales”, que ahora “pelean por salir del pozo” (Página 12, 16/8). Después que los Bulgheroni (Bridas), Gruneisen (Astra), Soldati (CGC), Eliçabe (Isaura) se retiraran del petróleo, los ‘actores’ principales del sector han pasado a ser los grandes pulpos internacionales: en primer lugar, aquellos con destilerías instaladas. Es así que YPF, Shell y Esso “cuando baja el precio del crudo compensan esa caída de ingresos con un aumento del margen bruto de refinación” de los combustibles (Bae, 5/6). En segundo lugar, los que operan yacimientos petroleros con los gasíferos, cuyo “precio no se ve afectado por los vaivenes del mercado” (ídem). Es el caso de Pérez Companc.


Superbeneficios


Los pulpos han evitado hasta ahora la reducción de sus beneficios por el monopolio que tienen para fijar los precios internos. Se estima que “las petroleras tienen ingresos extraordinarios por 1.000 millones de dólares anuales por no alinear el precio de las naftas al internacional” (Página 12, 12/7). Por esto, el ‘lobby’ que ejercen para impedir la importación de nafta es fenomenal. La “Comisión Nacional de la Competencia”, de la Secretaría de Industria, acaba de dictaminar “la (no) existencia de colusión o maniobras oligopólicas” (Ambito, 1/9). Esto, a pesar de que la “nafta subió el doble que la inflación en cinco años” (ídem).


La ‘estrella’ de YPF


La caída de los precios internacionales ha golpeado duramente a YPF con un enorme sobreendeudamiento “en bonos de alto riesgo” (The Wall Street Journal, 27/8), con su correspondiente y creciente ‘carga’ financiera. En su último balance trimestral (abril-junio de 1998), sus “resultados no operativos”—donde se reflejan normalmente esos cargos— expresan una pérdida de 106 millones de dólares (El Economista, 7/8). Por otra parte, YPF se encuentra entre las empresas que no garantizaron el precio para sus exportaciones, por lo cual tiene un “fuerte diferencial” (es decir, pérdidas adicionales) comparativamente con otros pulpos, como Pérez Companc (ídem, 28/8).


Dos políticas


El gobierno es rehén y no sólo ha permitido que los grandes pulpos se embolsen 1.000 millones de dólares por encima del precio internacional. Frente a esta crisis, la Secretaría de Energía dice que “flexibilizará más las condiciones para la exploración de petróleo … para atraer mayores inversiones … (que) incluirá(n) la reducción del canon de exploración y/o explotación, la disminución de regalías, condiciones impositivas y arancelarias y otras ventajas” (Ambito, 26/8). Es decir que convierte a la explotación de los yacimientos en un regalo.


La crisis amenaza entonces con un vaciamiento industrial mayor que el que produjo hasta ahora la internacionalización de la explotación petrolera. Argentina enfrenta la posibilidad de convertirse en un nuevo Cutral Co.