El triunfo del borocotizado intendente Osvaldo Cáffaro (PS virado a K), con el 30% le permite obtener cuatro bancas propias tras la ruptura con la coalición y la fractura del PS. Casi el 60 % de esa votacion la obtuvo con boleta pegada a K, el resto con boleta municipal propia. El PRO metió tres concejales, de arrastre por los votos a De Narváez, y el justicialismo con boleta K metió dos concejales, sufriendo la pérdida neta de siete concejales de los nueve que renovaban sus dos fracciones K (FJV y PV). La suma de votos caffaristas y de éstos le permitió a Kirchner superar apenas a de Narváez por 0,5 a diputado nacional.
El otro gran perdedor es el ACyS, que iba con dos colectoras municipales: una encabezada por el secretario general del Smata y otra por la UCR. Ninguno entró al Concejo (le quedan cuatro del 2007). El sector del PS que se mantuvo acá tras la ruptura con Cáffaro queda en una situación comprometida. Varios integrantes nos plantearon su disconformidad y dijeron que votarían al PO, alguno incluso fiscalizó para el partido.
Nuevo Encuentro llegó al 2,20 % para dip. Nac y al 1,80 para concejales, bastante por debajo de su porcentaje provincial. Acá el PC no se integró a la lista, porque no le aceptaron que encabece, y compañeros de este origen aseguraron votarnos.
El triunfo de Cáffaro está acompañando la promesa de obras por 200 millones de pesos, arreglados con Scioli y De Vido, de incierto cumplimiento. Con el agregado de que no tiene bloque propio hasta diciembre, por su ruptura con la coalición. Es un doble rehén.
El PO sacó 1,21 % para Pitrola, y 0,83 para la lista municipal. La división de las boletas liquidó parte de nuestra votación,  como en el resto de la provincia.
La campaña del partido fue bastante fuerte en la ciudad. Estuvo precedida por la repercusión de nuestra intervención en Atucha. Compañeros de la construcción y otros defendieron 12 pintadas y realizaron profusas pegatinas de los afiches que todavía dominan muchas paredes. Un auto a cargo de compañeras del Polo recorrió los barrios repartiendo volantes y boletas. Se agitaron papeleras y químicas, una secundaria nocturna y llegamos hasta Lima. Junto con las intervenciones de Pitrola y nuestros candidatos locales en los medios despertaron la atención e incluso simpatía entre trabajadores y jóvenes que no se materializó en votos, a excepción de una vanguardia más consciente o más decidida. Detectamos disposición a votarnos en Quilmes y las papeleras. La fiscalización fue superior al 2007, aunque organizada tardíamente. Tuvimos unos 35 fiscales, de gran calidad.
Los partidos que capitalizaron los votos de la población no tienen salida a las disyuntivas que plantea y planteará la crisis capitalista. Ya se aprecia con la desprotección del pueblo frente a la gripe A, con la situación de centenares de obreros de la construcción boyando por un trabajo, por la ofensiva patronal en los puertos, y por los conflictos que están en puerta. Se pondrán a prueba el programa y el temple de las organizaciones. Allí se verá si sembramos bien en la fértil clase obrera de la zona.

Vamos al balance, al nuevo plan de trabajo y a la lucha por integrar al partido a los mejores luchadores.

Carlos Frígoli