Las recientes elecciones en Tigre han transcurrid en los parámetros comunes al conjunto del GBA. La elección de Sergio Massa fue superior a la de Kirchner, como ocurrió en prácticamente todo el conurbano, donde los intendentes y sus candidaturas testimoniales cosecharon más votos que el ex presidente. Si bien “Sergio” no se presentó; la primera candidata a concejal es la actual secretaria de Acción Social del municipio y esposa del jefe de Gabinete, quien aparecía en todas las propagandas con el nombre Malena Massa (con una tipografía mucho más grande para el apellido) ocultando de esta manera su verdadero nombre: Malena Galmarini.

La gran derrotada en estos comicios ha sido Acción Comunal (AC). El partido de Ricardo Ubieto hizo su peor elección en 22 años; sumado a la boleta de la Coalición Cívica (CC) sólo logró el 26% de los votos (contra el 56 de la lista de Massa), con el agregado que la lista sola de AC, en un distrito donde el corte de boleta por los candidatos de AC es un clásico, sólo cosechó algo menos del 17%. La unión con la CC tampoco le trajo resultados positivos ya que sólo le aportó un magro (magrísimo) 9,26% y, debido a la composición de la lista sólo sumó dos concejales propios, ya que el segundo candidato de la lista de AC es del ARI. La Coalición Cívica, conciente de “hacer sapo” con lista propia, decidió no presentarse en la categoría municipal y “rascar” algún cargo de la tradición al voto ubietista. La Unión/Pro consiguió dos concejales aprovechando el voto a De Narváez en la provincia, los Pro en Tigre son una nulidad que no hicieron siquiera campaña; todo esto reconocido públicamente por sus propios dirigentes. La novedad política es que por primera vez en muchos años, el Concejo Deliberante, dejará de ser bipartidista  y se sumarán, a los bloques de Acción Comunal y del Frente Para la Victoria, los dos concejales del Pro y uno de la CC.

Nuestra elección a cargos municipales llegó al nivel de las últimas elecciones (unos 800 votos). La particularidad ha sido el extraordinario aumento de los votos nacionales: conseguimos más del doble de lo que conseguimos a nivel municipal: 1666 votos. Esto nos lleva a un tema que parecería recurrente a toda la provincia: la separación de las boletas. Con boleta única creemos, sin querer hacer historia contrafáctica, que nuestra elección municipal habría sido mucho mayor (quizás el doble). Nuestro partido casi no sufre, esto verificado a través de los años y las elecciones, el corte de boleta.

En la izquierda, la debacle electoral del MST fue capitalizada casi exclusivamente por el frente MAS/PTS/IS. Los guarismos finales prácticamente son un reflejo de las últimas elecciones, sólo que con los nombres cambiados. Sabbatella apenas pasó el 1%.

La campaña electoral de los candidatos kirchneristas ha sido de un despilfarro de dinero pocas veces visto. Las cámaras de la Secretaría de Protección Ciudadana fueron utilizadas para avisarles a los punteros dónde había carteles, pintadas o afiches de la oposición. Los medios periodísticos, casi sin excepción, fueron silenciados para los partidos opositores. 

La intendencia de Massa ha sido, como lo dijimos multitud de veces, un gran fraude. Ninguno de los grandes problemas de Tigre ha sido resuelto. La contaminación ambiental, la falta de agua potable, de cloacas y la desocupación, siguen ahí. El período que se viene encuentra a los partidos políticos que ganaron las elecciones ante la eventualidad de enfrentar la crisis económica, con un gobierno nacional y provincial derrotado y en crisis. La desocupación está aumentando y la efervescencia en las grandes fábricas también. Nuestro partido deberá demostrar en la práctica que podrá intervenir de lleno en la crisis política y darle una respuesta a los trabajadores tigrenses.

Luis Antón