Una rebelión popular fue la respuesta a la muerte de la pareja de jóvenes de 16 y 17 años, Giuliana y Miguel, atropellados en Baradero por una camioneta de la Dirección de Tránsito.

La responsabilidad es del Intendente kirchnerista Carossi

La persecución y el encierro de las motos es un método habitual de los inspectores que nace de las órdenes del Director de Tránsito, Pablo Scarfoni, un hombre de confianza del intendente “Reventales la cabeza” es la muletilla común de este energúmeno. Como dijo el papá de Miguel, que trabajó en la dirección hasta que no lo soportó mas: (entré) “…simplemente para hacer infracciones, pero no para hacer infracciones simuladas, como hacían y hacen ellos. Y lo de encerrar a los chicos en los operativos era una práctica habitual” (Clarín, 23/3).

El hecho de que este crimen haya sucedido en vísperas de un nuevo aniversario del 24 de marzo es tremendamente ilustrativo. En especial cuando se trata de este intendente que milita en las filas K.

El intendente y el gobernador Scioli quieren borrar sus responsabilidades hablando de “infiltrados”. Repiten el error de aquel que se enfrentó con Fuenteovejuna. Utilizan el mismo lenguaje de la dictadura. Están preparando el terreno para que el crimen quede impune.

Defienden la hipótesis insostenible del accidente y a la vez echan lastre con la renuncia de Scarfoni.

El presidente del Concejo Deliberante, Marcelo Elmer (Unión Pro) pidió represión contra la pueblada. Lo de Elmer es un intento de darle mas poder a la bonaerense de los abusos, la violencia y las zonas liberadas. Esta agravaría aun más la inseguridad ciudadana y de la juventud.

Oficialismo y oposición (Unión Pro y Coalición Cívica) buscan una salida pactada para evitar la renuncia de Carossi. Los 5 concejales de Carrió votaron en contra de algo tan elemental como suspenderlo.

Lo ocurrido no puede quedar impune. La solución no va venir de pactos ocultos en el Concejo Deliberante. Es el pueblo el que debe deliberar para imponer una salida.

Luego del velorio de los chicos, una gran marcha de silencio recorrió las calles para reclamar justicia, con inmensa mayoría de estudiantes de la Técnica a la que concurrían los chicos y de otros colegios. El Partido Obrero propone convocar una Asamblea Popular de la que participen todas las organizaciones obreras y especialmente las estudiantiles. Que se vote y organice un plan de lucha por:

– Juicio y castigo a los autores materiales y a los responsables políticos.

– Fuera Carossi. Fuera la infantería.