Políticas

21/3/2007|984

Así “trabajan” los policías torturadores exonerados o pasados a disponibilidad en Argentina

Correpi (Coordinadora contra la Represión Policial e Institucional), Ciudad de Buenos Aires


Isidoro Segundo Concha, ex sargento ayudante de la Comisaría 5ª de Villa Fiorito, torturó hasta matar a Jorge “Chaco” González el 14 de diciembre de 2002. Mucho después, y a fuerza de movilizaciones y escraches, el ministro Arslanián lo exoneró junto a su cómplice, Ramón Quevedo. Por supuesto, ambos están en libertad a pesar de que la causa por la muerte de “Chaco” está elevada a juicio.


 


Pero además de estar libre, Concha sigue en actividad como “vigilador” privado para la fábrica de pastas Nefer, ubicada en la calle Larrazábal al 2800, a una cuadra de la estación de trenes de Villa Fiorito y a dos de la Comisaría 5ª, donde este asesino hace “seguridad privada” armado.


 


La foto fue tomada frente a la fábrica y al lado del camión de repartos de Nefer, al que luego subió Concha para acompañar el reparto de la mercadería. En el centro del círculo se puede observar claramente cuál sigue siendo la “herramienta” de trabajo de este asesino. ¿Cuánto falta para que mate a otro pibe?


 


La familia González y Correpi han denunciado públicamente esta situación. El dueño de Nefer niega todo, y el Ministerio de Seguridad no sabe ni contesta.


 


Así funcionan las exoneraciones, pases a disponibilidad, purgas y reformas policiales del gobierno de los DDHH.


 


No hay purga que pare el gatillo fácil y la tortura.