Políticas

2/10/2008|1057

Asignaciones familiares: Otro fracaso de la CGT

Que reabran las paritarias

La CGT volvió a fracasar en la cuestión de las asignaciones familiares aunque festeje: quedó en pie el monto que limita el miserable importe de 135 pesos por hijo hasta salarios de 2.400, es decir que quedó en pie la “tablita” de las asignaciones al igual que la de ganancias. La asignación es decreciente, baja a 101 pesos hasta sueldos de 3.600 pesos, a partir de allí baja a 67 pesos y no se percibe por salarios superiores a 4.800 pesos.

De este modo las asignaciones desaparecen en las categorías especializadas de numerosos convenios, lo mismo en los salarios de la Patagonia, y se pierden por cualquier adicional que haga saltar al trabajador a las arbitrarias categorías fijadas.

Aunque Moyano haya ofrecido un beso a la Presidenta “por el paso en la redistribución del ingreso”, se trata de una mentira, porque apenas reparten la plata de la Anses que entra por este concepto. Lo hacen después de la inflación y manteniendo una tabla confiscatoria, por la cual los propios asalariados de ingresos más altos financian las asignaciones familiares de los otros, y lo más grave: están excluidos los cinco millones de trabajadores en negro y planes sociales, casi la mitad más sumergida de la clase obrera.

Este tema completa, y mal, el paquete del disimulo elaborado por el gobierno (salario mínimo, ganancias) para no reabrir las paritarias. Una familia tipo, a partir del salario mínimo y de estas asignaciones familiares, totaliza 1.470 pesos, menos que el nivel de pobreza. Tomando la categoría promedio de los salarios de convenio, de alrededor de dos mil pesos, con estas asignaciones una familia no llega al 60% de la canasta familiar, de lo que se deduce que su monto no debería bajar de 750 pesos por hijo.

Al igual que con la “solidaridad previsional” se paga de acuerdo con lo que se recauda, convalidando la evasión patronal y el trabajo en negro. La nueva escala de asignaciones está en línea con el “ordenamiento” fiscal para aumentar el pago a la banca acreedora; con el correr de los meses la cuenta de asignaciones volverá a financiar, igual que este año, la suscripción de bonos de deuda pública con el superávit de la Anses.

Cuatro millones cien mil hijos de trabajadores activos y 230 mil hijos de jubilados sufren esta miseria, y otros cinco millones de niños no reciben absolutamente nada. Es claro que para nuestros nacionales y populares, los niños de los trabajadores no son “privilegiados”.
Abajo la tablita de asignaciones familiares, aumento inmediato a 500 pesos por hijo, universalización del beneficio a todos los hijos de trabajadores y sus cónyuges. Salario mínimo equivalente a la canasta familiar, reapertura de las paritarias.