Políticas

15/7/1993|396

Aumentos del boleto no paran

Las patronales de la FATAP lanzaron una gran ofensiva para aumentar el precio del boleto, lo que les fue concedido. De todas maneras hay ya un aumento encubierto. La grandes líneas de colectivos han establecido tres clases de boletos encareciendo terriblemente los viajes de los trabajadores, y perjudicándolos desde el punto de vista del traslado y el regreso de sus trabajos.


Primero: existen líneas diferenciales que triplican el mínimo oficial.


Segundo: han establecido servicios rápidos y semi-rápidos que casi duplican el precio.


Tercero: finalmente, los ómnibus comunes son menos y los trabajadores caen en los otros servicios al no poder subir a los colectivos abarrotados de gente, peligrando llegar tarde a sus trabajos, donde también pierden sus premios por “presentismo” instalados en la enorme mayoría de las fábricas del país.


El aumento del boleto encubierto es aún más grave en el Gran Buenos Aires, donde existen “secciones” que transforman el mínimo de 0,35 peso en una burla, pues se cobra 0,70 a 0,90 por recorridos muy inferiores a los que se recorre en la Capital por 0,35. Las líneas interdistritales directamente roban a los pasajeros cuadruplicando estos precios.


Además, los colectivos cada día son más grandes, lo que aumenta las ganancias y la explotación de los trabajadores.


La política de la dirección de la UTA


La burocracia de la UTA hace 12 meses que viene amenazando con “medidas de fuerza”. El último aumento “conseguido” por la burocracia en la mayoría de los casos fue absorbido por las patronales por aumentos anteriores, con lo que el congelamiento salarial de los choferes lleva casi 18 meses. Ahora las patronales han ofrecido 70 pesos a los choferes de Capital y Gran Buenos Aires, que la dirección de la UTA va a aceptar. “La oferta podría ser estudiada si se extiende a todos los trabajadores de UTA del país” (Palacios, en declaraciones a Crónica, 14/7/93). Está claro que con esta dirección los choferes van de mal en peor. Pero así como hace dos años un colectivazo sacudió los cimientos de la burocracia y las patronales, hace menos de un mes por problemas de seguridad los choferes de la zona Sur volvieron a protagonizar una medida de fuerza autoconvocada.


Ahora más que nunca está planteado ese mismo camino.